La Luna Nueva en Virgo, abre la puerta a la temporada de eclipses, inaugurando un período de gran transformación y aceleración del viaje de nuestra conciencia.
La Luna Nueva en Virgo, abre la puerta a la temporada de eclipses, inaugurando un período de gran transformación y aceleración del viaje de nuestra conciencia.
La Luna Nueva en Virgo del 23 de agosto, es la primera de dos lunas nuevas en Virgo. La segunda Luna, llega como eclipse solar de Luna Nueva el 22 de septiembre. Estas dos lunas trabajarán juntas.Las energías que se ofrecen bajo la luna nueva de agosto sólo serán una parte de la historia.
Se acerca la temporada de eclipses y la actual Luna Nueva abre un portal a un momento de cambio acelerado, profundas transformaciones personales y colectivas y oportunidades de evolución en nuestras vidas. Depende de nosotros aprovecharlo. Los eclipses pueden tener energías desafiantes para trabajar, y nos ponen exactamente donde necesitamos estar para nuestro crecimiento.
Virgo tiene una fuerte energía que ayuda a organizarse y sentirse con los pies en la tierra. También está relacionada con nuestra salud y bienestar. Representada por la Virgen, la energía Virgo se trata de acceder a esa sabiduría interior dentro nuestro.
La Virgen es un símbolo de no necesitar a nadie fuera de nosotros mismos para guiarnos. En esencia, nos está animando animando a ponernos con los pies sobre la tierra y abordarnos a nosotros mismos.
Estamos entrando en un mes centrado en llevar lo espiritual a lo práctico, anclar el Espíritu en el cuerpo y tratarlo como un templo.
Es una oportunidad para aceptar nuestras imperfecciones y relacionarnos con nosotros mismos como un trabajo en progreso, que nos comprometamos con el camino de ajustar, refinar y enfocarnos en lo que realmente nos importa. En esta Luna Nueva, estamos invitados a conocernos y amarnos exactamente donde estamos.
Esa voz de sabiduría interior es nuestra brújula, nuestra intuición y nuestro conocimiento sobre lo que es correcto para nosotros. Está conectada a nuestro corazón, mente, cuerpo y alma. Prestar atención a nuestro bienestar, sentirnos organizados y crear un sentido de estructura ayudará con esto.
La Luna Nueva de Virgo, el 23 de agosto, cae a 0° de Virgo, uno de los grados más potentes del zodíaco. Indica un nuevo comienzo. Cada Luna Nueva trae consigo la energía de nuevos comienzos, renovación y nuevas oportunidades a nuestra vida. Estar en ese espacio vacío es como ser la oruga en el capullo. Ya no se es una oruga pero tampoco una mariposa.
Las viejas costumbres, patrones y hábitos pueden haberse terminado, pero las nuevas formas pueden no estar listas para plasmarse. Una Luna Nueva a 0 grados está conectada con la sensación de que estamos al borde de un nuevo capítulo, de una nueva realidad. La invitación para nosotros, es entrar a lo desconocido, a pesar de que no tenemos certeza sobre el futuro. Estar en este momento, requiere paciencia y confianza. Nos da la oportunidad de soltar viejos patrones de conducta o pensamiento, aunque no sepamos todavía cómo serán reemplazados.Hacer todo lo posible para liberar el control y mantener una mente abierta, pueden ayudarnos. Cada Luna Nueva es un momento sumamente creativo, para sembrar intenciones y en este caso, mantenernos abiertos también.
Junto con la próxima temporada de eclipse, la presencia de Urano subraya el hecho de que estamos entrando en un momento de transformación, tanto colectiva como individual. Urano en cuadratura a la Luna Nueva nos invita a revolucionar nuestra vida y rutinas diarias: esta configuración nos anima a experimentar, innovar y confiar en enfoques no convencionales de salud, trabajo y servicio. Es un momento para cuestionar creencias obsoletas sobre lo que realmente significa ser productivo o saludable.
También es un momento para ser flexibles.Mientras que la energía de Virgo es orden y presión, Urano exige libertad, creatividad e innovación. Nuestro desafío será encontrar una nueva forma de equilibrar la estructura, nuestro bienestar y trabajo, sin sacrificar nuestra necesidad de libertad, innovación y cambio. Tenemos la oportunidad de tomar conciencia de cómo una mente hiperactiva, anhelando la estimulación constante y llena de información infinita, puede interferir tanto en nuestro equilibrio emocional como espiritual. El desafío es cuidarnos a nosotros mismos, centrarnos en qué es significativo en el momento presente y elegir priorizar lo que realmente importa.
María Ana Belvisi
Instagram: @hv.stones