Una esquina histórica del centro de Pilar fue recuperada y puesta en valor hasta convertirse en un verdadero templo de las picadas.
Se trata de "La esquina de las picadas", un almacén de campo. El espacio cuenta con variedad de embutidos, quesos y tablas de fiambres. Cuenta con mesas para consumo en el local.
Una esquina histórica del centro de Pilar fue recuperada y puesta en valor hasta convertirse en un verdadero templo de las picadas.
Ubicada en la intersección de las calles Bolívar e Ituzaingó, la propiedad nació como una antigua panadería allá por los años 50 y por distintos períodos estuvo destinada a comercios gastronómicos.
Desde finales del mes de septiembre se convirtió oficialmente en "La esquina de Las Picadas", un espacio dedicado a los quesos y embutidos de todo tipo, que también cuenta con mesas para consumo en el salón.
"Tenemos distintas marcas, precios, picadas ya elaboradas y 9 mesas para sentarse a comer", afirmó Valeria, dueña del local, quien ya cuenta con experiencia en el rubro dado que durante varios años estuvo a cargo de la franquicia de Luz Azul, dedicada a la venta de productos lácteos.
Pensando en los clientes fieles que todavía conserva, "La esquina de las picadas" cuenta con productos de la mencionada marca, entre muchas otras.
También hay productos icónicos provenientes del interior del país como salames cordobeces y de Chivilcoy, y otros gourmet como mostazas saborizadas, variedad de aceitunas, salames ahumados, vinos y quesos de cabra de primeras marcas.
Asimismo, el lugar también cuenta con tres tipos de tablas de picada para llevar y cinco variedades para consumo en el lugar. Las tablas chicas arrancan en los $22.000. La oferta para quienes decidan sentarse a comer se completa con sándwiches y tartas.
Ubicado a una cuadra de la plaza, el local convive con una heladería y una panadería a escasos metros, una especie de incipiente corredor gastronómico desprendido del Paseo del Centro.
"Entre los locales gastronómicos nos ayudamos entre todos, está bueno que haya distintas opciones", afirmó la mujer para agregar: "la gente nos dice, `por fin pusieron algo en esta esquina`y para nosotros era importante levantar el local, dejarlo lindo y respetar su fachada".