El HCD aprobó un "enérgico repudio" a los 300 despidos. Y reclamó al Gobierno nacional intervenir "de manera urgente". Duro relato de los damnificados.
CONCEJO. El Concejal Silvio Rodríguez con los despedidos de ILVA.
El reclamo de los trabajadores despedidos de ILVA llegó este jueves al Concejo Deliberante de Pilar. Con presencia de un grupo de damnificados en el recinto, los ediles votaron por mayoría “un enérgico repudio” a la decisión de la compañía de desvincular a los 300 empleados de su planta local, a los que pretende pagarles la mitad de las indemnizaciones.
A 43 días desde que se comunicó el despido masivo, los trabajadores estuvieron en el Concejo como parte del plan de lucha que contempla un acampe en la puerta de la fábrica de cerámicas y escraches en los puntos de venta y las casas de los directivos.
El texto aprobado por el Concejo “declara su más enérgico repudio a los despidos recientemente realizados por parte de la empresa ILVA, de más de 300 trabajadores” y se manifiesta “en defensa del derecho al trabajo y a las condiciones laborales conquistadas históricamente”.
Además, el cuerpo “se solidariza con los trabajadores y trabajadoras de ILVA y sus familias, exhortando a la empresa a retrotraer las medidas adoptadas y sostener el empleo”.
Solicita “a las autoridades nacionales competentes para que intervengan de manera urgente en la defensa de las fuentes de trabajo y en la apertura de instancias de diálogo que permitan garantizar la continuidad laboral”.
El concejal Silvio Rodríguez, presidente del bloque oficialista, se refirió a “los modelos de país” y destacó que “desde el 29 de agosto, nos encontramos con una empresa a la que no le importan los trabajadores, ni sus familias. No le importa qué pueden comer el día de mañana”.
Rodríguez destacó la dificultad para ponerse “en el lugar de alguien que pierde su trabajo después de muchos años, después de haber levantado a esa empresa, porque las empresas no las hacen quienes ponen la plata, las empresas las hacen los trabajadores”.
“No me da pena, me da bronca”, diferenció el edil. Y apuntó al gobierno de Javier Milei: “Creen que hay un país que tiene que ser para pocos, donde no se debe indemnizar a los trabajadores, en el que no les interesa si el trabajador puede pagar el alquiler, el colegio a sus hijos, el viaje de sus hijos a Bariloche, o comprarle ropa, o llevarlo a comer un día afuera”.
“Lo que les pasó a los trabajadores de ILVA es un punto de inflexión en el cual nosotros nos podemos hacer los distraídos”, alertó Rodríguez, “porque a todos, mañana nos pueden cerrar la persiana del comercio, de la fábrica, de la empresa sin dar ningún tipo de explicación.
“Cuenten con nosotros para lo que necesiten. Nosotros queremos un país con ustedes adentro y queremos un país con todos adentro, con sus hijos, con sus nietos, no con los hijos de la familia Zanon y con los nietos de la familia Zanon, que solamente piensan en ellos, piensan en hacerse millonarios”, dijo, en referencia a los dueños de la empresa.
Uno de los trabajadores que habló en el recinto fue Juan Flores, despedido con 17 años de antigüedad. “Hace 43 días la empresa decidió de manera abrupta cerrar su puerta y dejarnos en la calle como a perros”, describió.
“No nos pagaron un peso de indemnización”, dijo y destacó que la “legislación que está vigente dice que tienen que pagar la antigüedad”.
“No queremos que nos vean debilitados, porque nosotros seguimos en la lucha. Queremos lo que nos corresponde, pero hoy tenemos compañeros con desesperación ¿qué harían ustedes después de tantos días sin cobrar su sueldo? ¿y qué tiene que hacer con el alquiler? ¿con la cuota de tu chico? ¿con la comida?”, les preguntó a los concejales. Y dijo. “Tenemos compañeros que están pasando hambre con sus hijos”.