Una vecina insulinodependiente del barrio San Alejo denuncia que, luego de casi tres días de corte de luz, ya no puede consumir los insumos que tenía guardados en la heladera, por lo que reclama que Edenor la compense económicamente o reponga el material perdido.
Rosana Berdala necesita controles constantes y una reserva importante de insulina en su heladera. Sin embargo, su casa y alrededores estuvieron sin energía eléctrica desde las 18 del viernes hasta las 10 del lunes, tiempo suficiente para echar a perder nada menos que doce cajas de insulina.
“Llamaba cada cuatro o cinco horas para que vinieran a devolverme la luz, y eso que están al tanto de que soy insulinodependiente”, expresó la mujer a El Diario. Mientras tanto, “tenía mal la glucemia, porque no sé si me hacía efecto lo que me inyectaba”.
Como una solución temporaria, Rosana recibió hielo por parte de una vecina que vive a varias cuadras de su casa, pero la insulina también se daña al congelarse. “El médico me dijo que la use, y si los niveles de glucemia no mejorar, es porque ya no sirve”.