El rediseño de subsidios para las boletas de luz y el gas natural que comenzaría a regir en 2026 genera preocupación por la posibilidad de que los usuarios paguen más del costo real de la energía. Advierten que el esquema incluye un sobrecargo encubierto destinado a financiar infraestructura y programas del sistema energético, aunque sin debate en el Congreso.
La diputada nacional Jimena López, del Frente Renovador, fue una de las voces que encendió la polémica. Según la legisladora, la Resolución 484/2025 de la Secretaría de Energía no solo redefine quiénes accederán a subsidios, sino que permite cobrar por encima del costo mayorista de la energía.
Según informó el portal de noticias 0221, López presentó observaciones formales durante la consulta pública que acompañó la norma y reclamó que cualquier modificación de tarifas o subsidios sea debatida y aprobada en el Congreso de la Nación. “No se trata de un simple reordenamiento de subsidios, sino de la instalación de un impuesto encubierto dentro de la boleta de luz y gas”, aseguró.
El nuevo esquema divide a los usuarios en apenas dos categorías: hogares con subsidio y hogares sin subsidio. Según la propuesta oficial, quienes superen determinados ingresos y patrimonios, y consuman más del bloque básico, pasarán a pagar sin subsidio. En la práctica, esto podría implicar pagar un 103,4% del costo mayorista de la energía.
Según López, esa diferencia del 3,4% por encima del costo no es simplemente una tarifa. El dinero se justifica oficialmente como una contribución a costos fijos del sistema, infraestructura y programas de eficiencia, aunque la legisladora cuestiona que ya existe un cargo específico para obras. “Es un sobrecargo escondido dentro de la factura”, explicó.