El boom del pádel que renació tras la pandemia generó una nueva ilusión para Nicolás De Marco, el tenista que cambió de raqueta para transformarse en uno de los mejores del país en la Asociación de Jugadores Profesionales de Pádel (AJPP).
“Muero de ganas por ser el número 1”, dijo en La Liga Radio (FM Plaza) antes de viajar a Río Cuarto. Esta semana trepó al 2º lugar y le apunta el circuito internacional.
El boom del pádel que renació tras la pandemia generó una nueva ilusión para Nicolás De Marco, el tenista que cambió de raqueta para transformarse en uno de los mejores del país en la Asociación de Jugadores Profesionales de Pádel (AJPP).
Nico alcanzó esta semana su mejor ubicación en el ranking nacional cuando trepó del 4º al 2º lugar, quedando a solo 125 unidades del top del país y buscará esa posición de privilegio en el certamen que se disputará en Río Cuarto (31ª etapa de la temporada).
“Estoy cerca, pero a la vez lejos, porque los buenos jugadores también suman un montón”, advirtió antes de partir rumbo a Río Cuarto.
De Marco se presentará junto a Leo Videla como la pareja número 1 de esta cita y por eso comenzarán su participación el sábado en la llave de los octavos de final.
“Es mi mejor ubicación desde que juego este circuito. Quedamos muy, muy cerca del 1 y vamos a ir por eso”, anticipó el delvisense.
“Llegamos con mucha ilusión para ir por el 1. Está difícil, porque van los mejores del país y es un torneo muy grande. Con ganas de meterle e ir por más”, describió.
De Marco tendrá que defender mil puntos en este certamen y el número 1, Federico Fleitas, no tiene nada que defender. Lo que pondrá más difícil la meta de Nico.
De Marco tuvo su inicio en el tenis hasta el 2019 y tras la pandemia empezó a descubrir al pádel para transformarse en un referente de la disciplina
“Es mucho más lindo a la vista ahora. Una cancha de vidrio con alfombra es más llamativo. Además, es más seguro por el tema de la alfombra. No se traban más las zapatillas, es más acolchonado, el rebote no es tan duro de amortiguarlo. La cancha de hace un poco más lenta, más jugable y más divertido”, enumeró bondades.
El paso a la profesionalidad “No lo busqué, fue surgiendo”. “Dejé el tenis en 2019 y me dediqué a estudiar. Cuando empezó el boom del pádel me empezaron a invitar. Lo conocía, pero no lo jugaba.”
“El tenis era mi trabajo y luego me empecé a dedicar al estudio. Mientras tanto, de hobbie me iba a jugar al pádel con amigos. Empecé a conocer los torneos americanos (empiezan y terminan en el día), como vengo del tenis muy competitivo, me gustaba competir”, recordó.
“Fui mejorando hasta que alcancé un nivel que me dijeron, tenés que ponerte a entrenar y darle para adelante. Jugaba con mis amigos y fui subiendo de categoría. Cuando estaba en 4ª, un compañero me dijo de probar con los profesionales”, agregó.
“Mi idea es estar entre los mejores, si puedo ir por el 1, mejor. Y empezar a jugar internacionalmente. El circuito internacional es un pasito más arriba”, concluyó. Con ganas de seguir mejorando”, concluyó De Marco.