Yoel Peralta se convirtió en el nuevo campeón argentino superwelter, al superar por decisión unánime a Walter Córdoba en la Federación Argentina de Box (FAB) en un combate donde también se superó a sí mismo.
Ganó el título vacante superwelter tras una lesión. “Pensé que no iba a volver a sentir lo que es el boxeo. Es hermoso, estoy muy feliz”, confió en La Liga Radio por FM Plaza.
Yoel Peralta se convirtió en el nuevo campeón argentino superwelter, al superar por decisión unánime a Walter Córdoba en la Federación Argentina de Box (FAB) en un combate donde también se superó a sí mismo.
El púgil de Del Viso hacía más de un año que no combatía y tuvo su noche de regreso triunfal en la que pudo haber sido un nocaut (lo tiró tres veces) y culminó mostrando su oficio para manejar las tarjetas.
Peralta comenzó mejor, conectando los golpes más potentes y de mejor factura técnica. En el segundo capítulo derribó dos veces a Córdoba, primero, con un upper de izquierda y luego con una derecha cruzada.
En la séptima vuelta, el de Del Viso sacó una izquierda quirúrgica en el mentón de Córdoba que le causó la tercera caída ampliando la diferencia, además de un descuento de puntos que sufrió por golpes en la nuca.
En los últimos tres capítulos Peralta apeló a los desplazamientos y cerró su triunfo. El oriundo de Del Viso sumó su décimo cuarta victoria como profesional y el cinturón de campeón argentino.
Luego del triunfo de Peralta, Córdoba intentó acelerar el pedido de una revancha y el Chacal volvió a esquivarlo dialécticamente. “Dejame descansar”, declaró en la transmisión oficial.
Este lunes en La Liga Radio, el Chacal lo amplió: “Que la cuente como quiera. Que siga entrenando, por ahí en algún momento nos volvemos a cruzar.”
Más allá de las chicanas, Yoel analizó: “Faltan cosas para entrenar, pero fue de mis mejores peleas. Asumimos bien el compromiso.”
El balance de su noche, para el Chacal lo desmenuzó así: “Como en los primeros rounds fueron las dos primeras caídas, estaba tranquilo. Pelear con guantes chicos, se sienten mucho los golpes. Llegó un momento que me dolián las manos. Por eso aflojamos la fuerza de los golpes y me empecé a mover más, que es parte de mi estilo.”
Consultado por si sintió en algún momento que peligraba su triunfo, Yoel confesó: “En el octavo round me enganchó una mano, que se me movía la vista. La supe llevar como pude y muchos me dijeron que no se dieron cuenta.”
“Después veía que estaba desesperado y que iba a venir a atacar. Era jugar con la desesperación de él. Por puntos venía bien, para qué me iba a arriesgar?. Si me engancha, perdés una pelea por hacer algo genial para la gente. Vos tenés que ganar”, agregó.
“Tuve una lesión hace poco, por eso la estrategia de pelear de lejos. Hace tres semanas un sparring casi me deja afuera de esta pelea. No pude guantear por tres semanas y eso es parte fundamental del entrenamiento”, contó Yoel en La Liga Radio.
“Planeamos la pelea de lejos. La fui llevando y eso influyó en lo que fue la pelea. Siempre estaba eso presente. No me imaginé tirarlo como lo tiré y después pasé a la estrategia de moverme como me moví. A veces son más complicados los guanteos que las peleas”, reflexionó..
“Mi estilo es rápido. Tal vez no tengo tanta pegada, pero nadie me puede pegar. Intento poner más fuerza a mi boxeo y cuando tengo que volver a mi estilo, lo hago. Este sábado arranqué de una manera, que es la que intento cambiar. Cuando no se pudo concretar el nocaut, hubo que empezar a hacer lo que uno sabe. Hay que tener la capacidad de moverse. Es un arte también que no te peguen. Si no me pudo pegar en 10 rounds, es cosa de él. Yo hice mi trabajo, saqué la diferencia que tenía que sacar y después me moví”, describió su estrategia.