Trabajadores de la empresa ILVA, del Parque Industrial de Pilar, comenzaron a recibir este lunes a los telegramas de despido que las autoridades de las autoridades de la firma les habían adelantado la semana pasada.
Hasta este lunes, 35 obreros habían sido notificados de su desvinculación. La empresa les adelantó que serán 300. Ofrece pagar el 50% de la indemnización.
Trabajadores de la empresa ILVA, del Parque Industrial de Pilar, comenzaron a recibir este lunes a los telegramas de despido que las autoridades de las autoridades de la firma les habían adelantado la semana pasada.
Hasta última hora, PILARADIARIO pudo corroborar que los primeros 35 obreros habían recibido la notificación. Ahora se espera otra catarata de telegramas hasta alcanzar los más de 300 que había advertido la compañía.
En tanto, este martes por la mañana se realizará una audiencia en la sede Pilar del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Allí, representantes de los trabajadores buscarán el cese de los despidos, la reincorporación de los cesanteados y, subsidiariamente, el pago de la indemnización completa a los que no sean reincorporados.
Es que la empresa fabricante de porcellanato busca cobijarse en el artículo 247 de la ley de contrato de trabajo, que permite el pago parcial de las indemnizaciones en caso de despidos por fuerza mayor en situaciones de crisis.
Marcelo Barrionuevo, trabajador de ILVA y delegado del gremio de ceramistas, adelantó que se harán presentes en las oficinas del ministerio, pese a la insistencia de la empresa para que la audiencia se realice de manera virtual.
En la mañana de este lunes, en tanto, se profundizó en la puerta de ILVA el acampe de trabajadores, ante el aviso recibido el viernes pasado que daba cuenta que desde el día de hoy comenzarían a llegar los 300 telegramas de despido.
“Hoy la fábrica está cerrada, el viernes fue el último día de producción. La situación de la empresa viene siendo compleja desde hace un par de meses, estuvimos con suspensiones”, explicó Juan Flores, delegado de la empresa y empleado de ILVA desde hace 17 años.
La intención del acampe es, en principio, vigilar que no se produzca un vaciamiento de la firma. Es que, en el último tiempo, a pesar de la crisis que aducen sus directivos, ILVA adquirió costosa maquinaria para modernizar su producción, ahora detenida en un 100%.
Por eso, desde el sindicato no descartan que la medida no busque un cierre de la planta sino una reducción drástica del personal y un empeoramiento en las condiciones de trabajo de los que queden adentro.
“Hoy los trabajadores hacen régimen de ‘4x4’, es decir que trabajan cuatro días durante doce horas y descansan los cuatro que siguen”, explicaron las fuentes. Sin embargo, en ILVA querrían “cambiar a '6x1', que supondrían menos horas de trabajo por día, pero también un 30% menos de salario”. La medida también implicaría la desaparición de los servicios de comedor y transporte, además del corte de la cobertura de medicina prepaga.