Este domingo falleció Delma Vattuone, conocida vecina y una histórica del peronismo de Pilar. Tenía 78 años y diversas afecciones de salud.
Hija del primer caudillo justicialista del pueblo, fue colaboradora cercana de Luis Lagomarsino, además de bombera voluntaria y una memoriosa sobre la historia local.
Este domingo falleció Delma Vattuone, conocida vecina y una histórica del peronismo de Pilar. Tenía 78 años y diversas afecciones de salud.
Delma era hija de Susana Vergani y Américo Vattuone, el primer caudillo justicialista que tuvo el distrito. Era madre de dos hijas, Verónica y Florencia Celestino.
Su padre fue elegido intendente en las elecciones de 1962 pero nunca pudo asumir su mandato. La presión de las Fuerzas Armadas hizo que el presidente Arturo Frondizi interviniera las jurisdicciones en las que se había impuesto el peronismo. Si bien llegó a jurar, horas más tarde se le impidió comenzar a desempeñar sus funciones.
Delma Vattuone abrazó las mismas convicciones políticas que su progenitor y tuvo una larga carrera en el justicialismo de Pilar desde su juventud. También heredó su gusto por la participación en las instituciones y fue parte del cuerpo de Bomberas Voluntarias que se conformó a principios de la década del ’60. “Fuimos el segundo grupo femenino del país, después del cuartel de La Boca”, recordaba con orgullo hace unos años en entrevista con El Diario.
Con el regreso de la democracia, en 1983, fue empleada municipal pero además una cercana colaboradora de Luis Lagomarsino, el principal discípulo de Américo y quien se convirtió en el político más popular de Pilar en el siglo XX.
A su vez, la mujer fue candidata a consejera escolar en las elecciones de 1987, aquellas que marcaron la reelección de Luiso, mandato que no pudo llevarse a cabo por la sorpresiva muerte del caudillo a dos días de asumir.
En 1989, Delma volvió a aparecer en una lista, en ese caso como concejal suplente, en las elecciones de medio término de 1989.
Enamorada de Pilar y su gente, estaba dotada de una memoria prodigiosa que le valió ser consultada en varias ocasiones para investigaciones o textos relacionados con la historia política de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX. Así, en los últimos años se había convertido en una fuente recurrente para El Diario, tanto sobre los asuntos de Estado como la vida del pueblo.