Por Alejandro Lafourcade
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A principios de la década de 1960, Pilar recién estaba comenzando a convertirse en ciudad. A pesar de que ya no era un pueblo rural, todavía faltaban bastante para el boom experimentado un par de décadas más tarde.
En ese entonces, desde el Cuerpo de Bomberos Voluntarios y su comisión directiva les dieron la oportunidad a un grupo de chicas del centro para formar la primera camada de bomberas voluntarias de Pilar.
Así, nombres como Delma Vattuone, su prima Marisú Vergani, Elsa Martinelli, Elsa Ferraro, entre otras, e incluso algunas que todavía eran niñas, como María del Pilar Blesa y María del Carmen Rodríguez, conformaron esa nómina inicial que hizo historia.
“Fuimos el segundo grupo femenino del país, después del cuartel de La Boca”, recuerda con orgullo Delma Vattuone, en diálogo con El Diario. “Nos enseñaron a hacer reanimación los muchachos que trabajan con el doctor Castillo en la Clínica Privada”.
Las integrantes eran en su mayoría adolescentes, mientras que la iniciativa fue de vecinos que estaban en la comisión, como las familias Martínez, Monti y Frola. “Nos llevaban a todos los desfiles, pero las damas de la comisión siempre nos acompañaban…”, rememora Delma.
En ese entonces, el cuartel ya estaba en Ituzaingó y Tucumán, aunque dichas calles aún eran de tierra. En caso de desatarse algún incendio “nosotras también íbamos, pero como los muchachos eran los que tenían más fuerza para llevar las mangueras y todo lo demás, acompañábamos y ayudábamos”.
“Yo nací y me crié en Pilar, como mi mamá y mi abuela”, expresa Delma, hija de Susana Vergani y Américo Vattuone, el primer caudillo peronista de Pilar y protagonista de una vida de novela.
Su experiencia como bombera voluntaria comenzó en 1962, “duró algunos años y después el grupo se fue renovando, llegando chicas nuevas. Con el tiempo me puse de novia y me casé a los 19”.
Muchas de aquellas primeras bomberas eran amigas desde la infancia y se conocían desde que eran unas nenas de 5 o 6 años. “Elsa Martinelli y Elenita Zecchin eran mis acompañantes cuando me pasaba a buscar mi novio para ir a pasear. Si no iba con ellas, no me dejan salir…”.
Entre bailes en los clubes, charlas en la plaza y juegos en la vereda nació la ocurrencia de formar parte del Cuartel de Bomberos, y sin quererlo aquellas chicas de Pilar hicieron historia. “Algunas ya no están, otras sí –comenta Delma-, pero fue una época muy linda…”.
El dato
La iniciativa fue de vecinos que estaban en la comisión, como las familias Martínez, Monti y Frola.