En medio del ajuste que el Gobierno Nacional realiza en la ciencia y tecnología, la administración de Axel Kicillof creó un organismo para difundir y promocionar al sector, que contará con diversos centros en la provincia de Buenos Aires.
Son impulsados por el gobernador Axel Kicillof, que decidió crear un organismo para difundir y promocionar el sector.
En medio del ajuste que el Gobierno Nacional realiza en la ciencia y tecnología, la administración de Axel Kicillof creó un organismo para difundir y promocionar al sector, que contará con diversos centros en la provincia de Buenos Aires.
Según estableció el decreto 1379/25 publicado este martes en el Boletín Oficial, el gobernador cinco “Centros de Ciencias de la Provincia de Buenos Aires” cuya finalidad consiste, principalmente, en la difusión y promoción del conocimiento científico- tecnológico bonaerense y las vocaciones científicas.
Según la norma, estos centros, bajo el ámbito del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, estarán localizados en distintas regiones “conformando propuestas acordes a las características y capacidades propias del territorio”. La idea es que sean espacios de acceso público y gratuito, pero más que nada para los jóvenes.
De acuerdo a uno de los artículos del decreto, entre las primeras tareas que debe cumplir el Ministerio están determinar las sedes y las autoridades de cada centro. Pero también la de seleccionar, adjudicar y contratar los recursos que resulten necesarios para la puesta en funcionamiento y mantenimiento de los centros.
Esta apuesta de Kicillof va en contraposición de la política llevada a cabo por el Gobierno Nacional. De hecho, días atrás la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales -una de las instituciones científicas más importantes del país- expresó su “preocupación” por la grave situación que atraviesa el sistema nacional de Ciencia, Técnica e Innovación (CTI) e instó al Gobierno nacional a cambiar su política de ajuste sobre la actividad científica.
“La abrupta disminución del financiamiento de la actividad, la proyección decreciente del número de investigadores, profesionales, técnicos y becarios, y el deterioro en el mantenimiento de equipamiento e infraestructura han roto la cadena de producción y aprendizaje científico-tecnológico, lo que traerá graves consecuencias a futuro”, advirtió la entidad en un documento con un tono poco frecuente para una academia nacional.
Mientras que a fines de mayo y bajo la consigna “Nadie se salva solo” -en un guiño a la ficción del momento, El Eternauta- científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) marcharon en la Ciudad de Buenos Aires contra el vaciamiento a la ciencia y tecnología por parte del Gobierno libertario. Con epicentro en el Polo Científico del barrio porteño de Palermo, la movilización tuvo réplicas en todo el país. (DIB)