Un relevamiento realizado por la Cámara de Comercio de Pilar puso en números lo que a simple vista se observa al recorrer el centro de Pilar. Concentraciones de negocios dedicados a la venta de los mismos productos en pocas cuadras, una proporción más o menos constante de locales vacíos que se acrecienta a medida que nos alejamos de las calles que circundan a la Plaza 12 de Octubre y rubros que ganan terreno al compás de la crisis.
El trabajo de campo realizado por SCIPA al que accedió El Diario, alcanzó las calles Alsina, 11 de Septiembre, Belgrano, Chacabuco, Fermín Gamboa, Ituzaingó, Independencia, Lorenzo López, Moreno, Pedro Lagrave, Rivadavia, Ruta 8, San Martín, Uruguay, Tomás Márquez, Tucumán y Víctor Vergani, es decir, las arterias comerciales por excelencia de la localidad.
En ellas se contabilizó un total de 1.174 comercios, de los cuales un 12% está dedicado a la venta de ropa, rubro que cuenta con la mayor cantidad de exponentes (142). En segundo lugar se ubican las peluquerías y/o barberías, con 71 locales, es decir un 6% del total. La pronta salida laboral que ofrece engrosó el número de jóvenes que optan por este oficio, sumado a la baja inversión que requiere la puesta en marcha de un salón de estas características, prescindiendo en la mayoría de los casos de trabajadores en relación de dependencia, explican en buena medida el fenómeno.
El tercer lugar con un 5,2% es para los kioscos y el cuarto, con casi un 3%, para las casas de accesorios para celulares (un total de 35). En este caso, la arista más llamativa tiene que ver con la distribución -o la falta de ella-, teniendo en cuenta que sólo en la calle Pedro Lagrave, entre Rivadavia e Ituzaingó, se concentran cuatro comercios de este tipo, sólo por citar un ejemplo.
En quinto lugar, con un 2,5%, se ubican las verdulerías, otro de los rubros que vienen ganando campo en el centro de Pilar. En las cuadras relevadas se registraron 29, muchas de ellas surgidas en los últimos meses y en locales que hasta entonces estaban dedicados a la venta de otro tipo de productos, como indumentaria. Baja una persiana y abre una verdulería, esa es la ecuación.
Las ferias americanas, que tuvieron su explosión hace 10 años en el centro de la localidad, logran mantenerse. No ya con los números abultados de hace una década, pero conservando unos 25 exponentes, lo que representa un 2% del comercio en Pilar.
Puesto a realizar un análisis de los números, Alfredo Ventura, presidente de la Cámara de Comercio de Pilar, habló de la zonificación y de la importancia de que exista un ordenamiento a fin de evitar una sobrecarga de negocios del mismo rubro, acompañado de una profundización del embellecimiento de la ciudad que convoque la llegada de nuevos visitantes que le den un nuevo impulso al consumo, a fin de generar un círculo virtuoso a través de la llegada de nuevos comercios. "Tenemos gente que vive en Pilar que no conoce el centro, tenemos que lograr que esa gente se vuelque al centro", afirmó Ventura, para agregar que "muchas veces se habló de hacer un shopping a cielo abierto, sería importante que se coloquen cestos, luces, tenemos muchas ideas y estamos esperando que el Municipio nos reciba".
También apuntó al estacionamiento y consideró que desde la Cámara creemos que "sería importante que se cambie el sentido de la calle Bolívar desde el Municipio para llegar a la playa de estacionamiento pública".
En el mismo sentido, Enrique Bértola, vicepresidente de la cámara, analizó el cambio en el perfil comercial del centro de Pilar y afirmó que "la crisis profundizó más un proceso que se viene dando hace 10 años, está bajando cada vez más su nivel comercial".
De todas maneras, aclaró que el problema no radica en la calidad de los productos que se venden sino "en cómo está puesto el local", es decir en la estética, y en este sentido apuntó a la responsabilidad de los comerciantes: "desde la Cámara trabajamos para convencerlos de la importancia de que tengan el local lindo, bien puesto, vemos negocios demasiado abandonados".
Con cierto malestar, el vicepresidente de SCIPA expresó que "consiguieron dividir a Pilar en dos, por un lado el centro de Pilar abandonado y por otro, los locales de primeras marcas en los shoppings". Sin embargo, considera que el proceso es todavía reversible. "No quita que no se pueda recuperar el centro y que, por ejemplo, la peatonal pueda tener locales de primeras marcas" y para eso apuntó también al rol de la Municipalidad: "exigiendo a los comerciantes un poco de orden", a fin de conseguir un efecto contagio que atraiga el desembarco de nuevas inversiones.
Locales vacíos
El trabajo de campo realizado por SCIPA también reveló la cantidad de locales que permanecen vacantes en el casco céntrico, un total de 94, lo que representa un 8% de la plaza comercial.
Al respecto, Mauro Moris, secretario de la entidad, reconoció que la cifra se mantiene más o menos constante a través de los años. No obstante, advirtió que la caída sostenida en las ventas podría repercutir en un aumento de ese número. "Mientras las ventas sigan bajando ese número puede seguir creciendo", señaló y calificó la situación como "preocupante".