CIP

Seguridad electrónica, la nueva apuesta de los barrios cerrados

A través de mayor iluminación, cámaras de seguridad y cercos inteligentes, complementan la seguridad física. La empresa CIP es pionera en la materia brindando servicio en 35 barrios.

Por Redacción Pilar a Diario 19 de abril de 2022 - 16:59

Cómo administrar los recursos destinados a la seguridad de forma eficiente es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los barrios cerrados, máxime cuando los cambios en las modalidades delictivas están a la orden del día. 

Frente a nuevos escenarios, la tecnología aplicada a la seguridad se ubica como una de las alternativas más sólidas para prevenir hechos delictivos.

Con siete años de experiencia en el mercado, desde CIP -Control Inteligente Perimetral- explican que las nuevas tendencias en seguridad requieren de un cambio de paradigma. "Antes mientras más hombres tenías, se suponía que tenías más seguridad. Sin embargo, la electrónica da mayor seguridad a un menor costo que la seguridad física", explicó Nahuel Demarco, responsable de CIP. 

Con presencia en más de 35 barrios de Zona Norte -incluyendo Pilar-, Oeste y Sur, la empresa basa su estrategia en tres puntales. Por una lado, en la iluminación a través de la instalación de túneles lumínicos horizontales que configuran corredores iluminados de alta potencia. "Es el primer elemento de disuasión", explican desde la empresa. 

El segundo estandarte es el de la verificación, a través de un robusto sistema de cámaras de seguridad. Mientras que la tercera pata es la de la detección, mediante el sistema de cercos eléctricos o inteligentes autoportantes -de acuerdo a las características de cada barrio- que detectan intrusiones en el perímetro que luego son reportadas a un e-map donde se refleja exactamente el sitio donde el alambrado fue violentado, al mismo tiempo que dispara fotogramas para capturar la acción. 

Esto facilita el trabajo del personal de seguridad que de forma ágil "puede saber si, por ejemplo, es un pájaro o una persona". "La tecnología permite mayor llegada, cuando físicamente es imposible", agregaron. 

Se trata de un sistema que no implica inversión alguna para el barrio, dado que la tecnología es proporcionada por la empresa. "Nosotros brindamos un servicio, no hay una inversión inicial. La inversión en tecnología no tiene sentido porque cuando la terminas de pagar ya es obsoleta", señaló Demarco. 

En cuanto al trabajo articulado con los vigiladores, si bien reconoce que la llegada de CIP a los barrios "antes era muy resistida, hoy entienden que una buena seguridad electrónica les permite hacer bien su trabajo y eso garantiza que el barrio no los cambie".

 "La figura del vigilador caminando no existe más, sino que se convierte en un bunkero, que es el que da el alerta con el botón de pánico ante algún intento de intrusión", indicaron desde la empresa, para añadir que "el que antes estaba en una garita se convierte en un acuda, que es el que ante una alerta se acerca a la zona. El e-map permite mandar al acuda de forma segura", 

En sus siete años de trayectoria, CIP no registró ninguna intrusión consumada en los barrios en los que presta servicios. "Hemos tenido intentos pero ninguna intrusión", precisaron y si bien reconocieron que "cualquier sistema es falible", hicieron hincapié en las "constantes capacitaciones y evaluaciones del personal de seguridad".

En los últimos años, la compañía incorporó además sistemas seguros de ingresos a través de software especializado "que terminan de cerrar el perímetro", tales como reconocimiento facial o lectores de patentes. Aunque, en estos casos, "la buena gestión humana es lo más importante", concluyeron. 

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar