Escándalo, golpes y tiros en un cementerio privado de Del Viso

Pagó para que cremaran los restos de su padre. Ante la negativa de la empresa hubo discusión y rompió un vidrio. Los guardias de seguridad reprimieron a la familia. Una joven resultó herida.

20 de agosto de 2013 - 00:00

Un hecho tan confuso como escandaloso se generó en el cementerio privado Parque Recoleta de Del Viso, donde los guardias de seguridad reprimieron a la familia de un difunto que debía ser cremado allí.

Ocurrió en la mañana de ayer tras una discusión entre los administradores del cementerio y los familiares de Ovar de Brum, un vecino de Villa Astolfi que falleció a los 70 años.

Según testigos, el escándalo tuvo como disparador la rotura de un vidrio por parte de uno de los hijos del fallecido que reclamaba que los restos de su padre fuesen cremados. Hubo golpes con cachiporras y disparos de armas de fuego.

Una joven de 22 años fue herida en una pierna por un supuesto proyectil de goma, mientras otros familiares terminaron con traumatismos.

Uno de los sobrinos del difunto contó a El Diario cómo ocurrieron los hechos, mientras que desde el cementerio privado aseguraron que por el feriado, ayer, nadie podía dar explicaciones sobre lo sucedido.

Tras el incidente, familiares y personal del cementerio debieron declarar en la Comisaría 7ª de Del Viso, donde quedaron asentadas las denuncias de ambos.

 

Disparos

Según contó Omar Otegui, sobrino del fallecido, al llegar al cementerio Parque Recoleta, se encontraron con la sorpresa de que el cuerpo de De Brum no sería cremado tal como les habían prometido en el momento de venderles y cobrarles el servicio.

En ese momento su primo e hijo del difunto comenzaron a discutir con los administradores de la necrópolis, reclamándoles por el incumplimiento, mientras el resto de la familia esperaba junto a la pompa fúnebre que trasladó el cuerpo de De Brum.

En medio de la discusión el joven tuvo un ataque de ira y de un puñetazo rompió uno de los vidrios de la oficina. En ese momento, Otegui describió cómo varios hombres, al menos ocho, entre ellos uno vestido con prendas de agente de seguridad privada, llegaron corriendo al lugar.

“Había muchos palos de los que usan los policías, con los que nos pegaron y el único que venía vestido como guardia de seguridad tenía un arma en la mano y disparó al menos unas 5 veces”, contó Otegui.

Al mismo tiempo, el hombre relató que en medio de tanto alboroto, entre los familiares había mujeres y niños. “Fuimos en defensa de mi primo, pero siempre intentando calmar la situación y sacarlo de allí ya que estaba muy alterado”, señaló y agregó: “calmábamos a mi primo y ellos seguían con amenazas y golpes gritando váyanse de acá porque la van a pasar mal”.

Pero Otegui remarcó: “cuando pudimos calmar a mi primo vimos que todos estuvieran bien y allí notamos que una de las chicas tenía una herida, en apariencia de bala de goma en una de sus rodillas”.

En ese sentido, el hombre lanzó: “se ve que además del arma de puño que yo alcancé a ver habría otra y disparaban hacia la gente”. Y el mismo testigo aseguró que había otras personas de la familia con traumatismos por los golpes.

 

Denuncias

Mientras intentaban restablecer la calma y, Otegui asegura, quienes los reprimieron salvajemente seguían provocándolos, llegó la policía. Allí fueron llevados a la Comisaría 7ª donde realizaron las denuncias correspondientes, pero la familia acusa a la gente del cementerio de volver a mentir acerca,  como lo habrían hecho con el servicio que les vendieron.

“Nos acusan de que sacamos fierros y elementos contundentes para agredirlos y romper todo, lo que es mentira”, explicó Otegui y agregó: “de hecho otro primo mío les pagó el vidrio que estaba roto y era lo que queríamos, estamos de velorio y penando por la muerte de mi tío, cómo vamos a venir a hacer lío”.

Al igual que el difunto, Otegui vive en Villa Astolfi, pero los hijos del fallecido están domiciliados en Capital Federal y San Martín.

“Todo estuvo mal desde un principio, la obra social no se hizo cargo como debía, a mis primos que no conocían, los embaucaron y los derivaron a una cochería de José C. Paz, en vez de una de Pilar, que se negó a trasladar el cuerpo hasta la Capital para enterrarlo allí como querían los hijos y después el engaño del cementerio que les vendió un servicio que luego les negó y pospuso para mañana (por hoy)”, explicó Otegui.

 

Pedido de informes 

El concejal oficialista Fabio Gómez fue contactado por los familiares del fallecido que buscaban contención por parte de las autoridades. El edil aseguró que realizará un pedido de informes desde el Concejo Deliberante para saber a qué empresa pertenecen y en qué condiciones están los hombres que supuestamente reprimieron a la familia del difunto.

 

Sin descanso 

Mientras todo el escándalo se desató en el cementerio privado, el cadáver del difunto quedó allí en la necrópolis. Según remarcaron a El Diario los familiares, desde la empresa les dijeron que recién hoy lo cremarían para luego entregárselos.

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