Con un salario mínimo que permanece inamovible desde agosto, el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil retomó su actividad este miércoles. No hubo acuerdo entre empresarios y trabajadores de la CGT y CTA, por lo que el Gobierno deberá volver a definir el nuevo básico por decreto.
La convocatoria oficial llegó después de seis meses sin reuniones y con una pérdida de ingresos que, según los cálculos difundidos por las centrales sindicales, supera el 30% real desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada.
Este miércoles, desde la CGT pidieron por una remuneración básica de $512.000 y que llegue a $553.000 en abril. La propuesta de la central obrera coincidió con la de CTA de los Trabajadores. En tanto, desde la CTA Autónoma, exigen un piso más elevado, de $736.000.
No obstante, los empresarios ofrecieron que el básico suba de $322.000 a $326.000 para fin de año y pase a $349.000 en abril. Resta conocer la decisión que tomará el Gobierno.
Por su parte, la CTA-A recordó que “en abril las tres centrales coincidieron en que el salario mínimo debía ubicarse en $644.000, y que la actualización progresiva llevaría ese valor a $736.000 en noviembre”, por lo que reclamó aumentos por encima de la inflación hasta alcanzar la Canasta Básica total.
Movilización de la CGT y la CTA
Los principales referentes de la economía popular plantean que el valor actual del salario mínimo volvió inviable la vida cotidiana de los trabajadores informales, cooperativistas y quienes sostienen espacios de cuidado o comedores comunitarios. En ese universo, el Salario Social Complementario -que quedó en $78.000- es señalado como un ingreso “pulverizado” frente al aumento de precios.
Por eso, en paralelo a la deliberación del Consejo, sindicatos, movimientos piqueteros y organizaciones de la economía popular se movilizaron frente a la Secretaría de Trabajo. La UTEP, las dos CTA, Territorios en Lucha y el Frente Barrial encabezaron la concentración desde las 11 en la sede de Trabajo.