Así tituló mi hija Dany un posteo en redes sociales. Es que hoy cumple 2 años Antonia, su hijita, sin duda la mejor representación del amor después del amor. Es mi primera nieta, la razón más fuerte que tengo, hoy por hoy, para seguir andando en este mundo que se ha puesto tan hostil. Y luchando, en la medida de lo posible, con mis 73 años a cuestas, para intentar dejarle una sociedad un poco más justa y amigable para ella y para todos. En el mismo posteo su mamá pedía 3 deseos en su nombre: “Que la curiosidad te acompañe siempre, que llegues a donde sueñes y que nunca creas que algo es imposible”, y obvio me sumo a esos deseos.
Pero agrego alguito. Últimamente, todo el tiempo, la palabra “Humanidad” da vueltas por mi cabeza y creo que es esto lo que más quiero transmitirle a mi bombona: el amor de humanidad. Ese que hace que uno se corra del eje yo, yo y solo yo, para convertirlo en un “Nosotros”. Además que descubra que nadie es feliz solo. Menuda tarea la mía y la de toda la familia, aquí y ahora, en tiempos donde hay demasiadas personas, por demás de enamoradas de su propio ombligo.
Y como siempre la poesía viene a mi encuentro, casualmente, sin buscarla, para coronar de forma magistral este “rejunte” de ideas, ni más ni menos que de la mano de nuestra Liliana Bodoc.
PRIMERA PERSONA
Yo, primera persona del singular.
Yo tengo.
Pero Yo no soy Tengo
porque
si un huracán se lleva todo
y me deja tan solo con lo puesto.
Yo seguiría siendo.
Yo estoy.
Pero, atención,
porque aunque cambie de lugar,
aunque cambie de barrio y de ciudad
yo sigo siendo.
Por las noches yo duermo
pero no soy Dormir
porque cuando despierto
sigo siendo
Yo canto.
¿Y si no canto?
Yo juego.
¿Y si no juego?
Yo estoy aquí y allá
yo tengo, yo no tengo
yo canto y desencanto
yo esta tarde no juego
pero yo sigo siendo.
Yo soy yo cuando Soy.
No soy Tener.
No soy Estar.
Yo soy
Ser
en primera persona del singular.
TE AMO ANTONIA Y TE AMARÉ POR SIEMPRE!!!