HISTORIA

Una ballena en exhibición, a una cuadra de la plaza

En el año 1956, Pilar se convulsionó con la llegada de “La Moby Dick”, un cetáceo embalsamado de 20 metros de largo. Era parte de un fenómeno que recorrió el mundo.

Por Redacción Pilar a Diario 30 de agosto de 2020 - 08:46

Corría agosto de 1956. El invierno empezaba a transitar su último mes y Pilar veía alterada su calma habitual con un hecho que rompería con la parsimonia de grandes y chicos: la llegada al pueblo de “Moby Dick”, ejemplar embalsamando de una enorme ballena que recorría el mundo y fue exhibido en Argentina en ese año.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo recalaron los restos del animal en Pilar… Lo cierto es que, en las cuadras aledañas a la plaza 12 de Octubre, los megáfonos anunciaban la presencia del cetáceo, anunciado como el genuino protagonista de la película dirigida por John Huston años atrás, basada en la novela de Herman Melville.


El anuncio sorprendió a todos ya que no era habitual que el pueblo recibiera a estos fenómenos, más allá de la instalación efímera de algún circo. Efectivamente, días después del anuncio, “la Moby Dick” arribó a Pilar, convirtiéndose desde ese instante en un mito local.
El lugar elegido para montar la exhibición fue un predio de Belgrano e Independencia, donde actualmente funciona la Escuela 26. Allí, años atrás había funcionado el parque temático “Evita”, lugar de esparcimiento infantil que fue desmantelado tras el derrocamiento de Perón a manos de la autodenominada Revolución Libertadora.

Testigo
Uno de aquellos testigos privilegiados de la visita de la ballena fue Armando Mathías D’Auría, en ese momento alumno de la Escuela Nº1, y quien luego se convertiría en uno de los peluqueros más conocidos y queridos de Pilar.
“La trajeron en un semi de camión, que venía con un techo de lona. La ballena estaba a un nivel considerable del suelo y habían dejado como un pasillo para que todos pasemos a verla. Venía de hacer un raid por diferentes ciudades, incluso la exhibieron en la 9 de Julio”, recordaba Armando hace unos años, dialogando con El Diario.


Y añadía con picardía que “aunque no te dejaban, nosotros la tocábamos y le arrancábamos la piel. Cuando nos descubrieron nos sacaron de una patada en el c…”.
La visita de “la Moby Dick” duró entre tres y cuatro días. Custodiada por hombres caracterizados como marinos (gorros de lana, camisetas), medía unos 20 metros de largo y pesaba 60 toneladas. Pero un detalle hizo que la visita sea todavía más recordada: el fuerte olor que emanaba del cetáceo, a pesar de haber sido embalsamado.

Investigaciones
En 2015, un grupo de historiadores holandeses que realizaban una investigación sobre el fenómeno de la exhibición de estos animales a mediados del siglo XX, decidió indagar sobre aquella leyenda pilarense.
El encargado fue Theo Ten Have, un artista plástico dedicado además a la mitología. En aquel momento, desde Holanda se comunicó con El Diario para saber más sobre “La Moby Dick”.
“Nuestra investigación –explicaba- está especialmente centrada en las grandes ballenas de aleta (de unos 20 metros de longitud) que fueron embalsamadas, como la ‘Señora Haroy’ (Europa Oriental y Nueva York), ‘Jonas’ (Europa, África del Norte, Japón y Sudáfrica) y ‘Goliat’ (Europa del Este e Israel)”.


El investigador comentaba que, por una postal de Buenos Aires, “nos enteramos sobre una exposición de ballenas en agosto de 1956, en la esquina de 9 de Julio y Sarmiento. Pero no había ninguna mención del nombre de la ballena. Gracias a El Diario supimos que Pilar estaba incluido en el itinerario”. Incluso, indicó que se trataba de la misma ballena que había pasado por España y Gibraltar en el ’54.
De la misma manera, ya en nuestro país, en 2018 Fernando Jorge Soto Roland realizó una investigación exhaustiva sobre aquellos cetáceos que cautivaban al público a ambos lados del océano. Así es como halló una publicad del diario La Nación de agosto de 1956 anunciando a “Moby Dick”, la misma que luego pasó por Pilar.
Sin registros fotográficos del paso de la ballena nuestras tierras, el hombre acudió a los datos de Ten Have en El Diario, quien afirmó que era la misma que había estado en España dos años antes. Así es como, consultando archivos españoles de 1954, puede tenerse al menos una noción de cómo fue el evento que impactó a porteños y pilarenses por igual. Con una particularidad: el informe de TVE mencionaba la pestilencia de “La Moby Dick”, suficiente para que en aquel país naciera la frase “Olor a ballena”… 

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar