por Diego Schejtman
[email protected]
por Diego Schejtman
[email protected]
A punto de cumplir dos años desde su presentación original, a mitad del 2020, el proyecto para crear la Universidad Nacional de Pilar seguirá poniendo a prueba la paciencia de sus impulsores.
Con el Congreso de la Nación en receso invernal y sin sesiones previstas, la iniciativa deberá esperar por lo menos hasta agosto.
Actualmente, el proyecto está entre los más de 220 que esperan turno en la comisión de Educación de Diputados. Ahí fue ingresado en abril de este año, con el apoyo de 30 legisladores, luego que la iniciativa original hubiera perdido estado parlamentario por la demora en su tratamiento.
Pero la comisión que preside la diputada Blanca Osuna, del Frente de Todos, solo fue convocada al trabajo dos veces en todo el año: la primera, el 27 de abril, fue para conformar el grupo y establecer día y horario de las reuniones. La segunda y última, el 29 de junio, fue un encuentro conjunto con la de Acción Social y Salud Publica para tratar un proyecto de promoción de la formación y del desarrollo de la enfermería, que tampoco llego aún al recinto. Nunca más volvieron a reunirse.
Ahora, en Diputados hay quienes creen que a fines de julio podría haber una sesión con temario específico, que no incluiría la universidad.
Aunque no se trata de vacaciones formales, desde las dos cámaras aseguran que la falta de pasajes por el movimiento turístico de estas dos semanas impediría a los legisladores del interior llegar hasta CABA para trabajar.
Pasos clave
El proyecto presentado por el intendente Federico Achával en el 2020 ya dio varios pasos clave para su concreción. Tal vez, uno de los fundamentales haya sido su aprobación por parte del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), cuyo presidente, Rodolfo Tecchi, se reunió con el jefe comunal.
Tecchi, que es además rector de la Universidad Nacional de Jujuy, señaló en ese momento que “la expansión territorial de las universidades públicas democratizan el derecho de todos los argentinos a la educación superior”.
Además de la de Pilar, el CIN aprobó apoyar los proyectos de creación de las Universidades Nacionales del Saladillo, de la Cuenca del Salado, del Delta y de Ezeiza. Todas duermen en el despacho de la comisión de Educación de Diputados.
El proyecto académico para la Universidad de Pilar, otro paso clave que le da ventaja sobre otros de los proyectos que esperan tratamiento en diputados, está elaborado con una orientación a las carreras tecnológicas e industriales. La idea es generar su integración con el Parque Industrial para constituir a Pilar como un polo científico e industrial. Y que los hijos de los obreros de hoy sean los CEO del futuro.
Amenazas
A mediados de junio, Achával se reunió con Osuna y con el presidente de Diputados, Sergio Massa, para llevarles las más de 25 mil firmas recolectadas en Pilar como parte de una campaña de apoyo a la nueva Universidad.
El último sábado, un plenario de juventudes organizado por el Frente de Todos volvió a mostrar que el tema está en la mente de miles de estudiantes, muchos de ellos en los últimos años de la secundaria, que sueñan con seguir sus futuros académicos sin tener que salir del distrito.
El paso del tiempo es enemigo del éxito del proyecto. Una vez que la comisión lo trate y apruebe, deberá pasar por el recinto y, si se vota, irá al Senado. Después tendrá que ser promulgado por el presidente Alberto Fernández antes de designar un rector e iniciar el proceso de normalización. Todo puede llevar algunos meses, siendo optimistas.
En el medio, el proceso electoral en marcha y las restricciones presupuestarias anunciadas por la Ministra de Economía Silvina Batakis, son amenazas para la creación de la Universidad.
Pellegrini
El edificio histórico del instituto Carlos Pellegrini será sede de la nueva Universidad. El proyecto edilicio que el gobierno de Pilar oculta con celo de las miradas ansiosas contempla parte de la vieja estructura junto a nuevos módulos que se integrarán al verde con grades espacios vidriados.