Por Walter Cricrí
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La pandemia que azota al mundo frenó un regreso a puro gol de Marcos Riquelme a Bolívar en la Liga Profesional de Bolivia y ahora el delantero derquino debe repensar su futuro mientras pasa la cuarentena obligatoria en su casa de Pilar.
El Pájaro consiguió el vuelo de repatriación el 15 de mayo y tras cumplir con los 14 días de protocolo de aislamiento, volvió a las calles de la ciudad y ver al menos desde más cerca a su familia.
“Estábamos cerca de la familia aunque sin poder verlos. Ahora ya estamos más tranquilos. Es la primera vez que es tan difícil concretar un viaje. Fue cansador con todos los permisos, los chequeos médicos (dio negativo de Covid-19 tanto él como su esposa y dos hijas)”, le contó a La liga el goleador surgido de la Liga Escobarense.
“Por suerte nos agarró a todos juntos la cuarentena. Hubiera sido difícil estar sólo allá en este momento”, recordó del inicio en La Paz.
Desde el 9 de marzo empezaron las restricciones. Hasta que el 14 de marzo, la presidenta de facto decretó la cuarentena en la capital de Bolivia. “Nos quedamos en casa hasta el día que nos vinimos”, apuntó.
Sólo podía salir su mujer los martes y Marcos, los miércoles, por terminación del documento. Con una beba de casi 6 meses, el lado positivo de este aislamiento obligatorio fue pasar más tiempo en familia.
“Estuve todos los días durante 3 meses con ella, es algo que por ahí con mi hija mayor no me había tocado. Estuve a la par de mi mujer, mis hijas, las cosas de la casa”, describió.
Consultado por las “nuevas habilidades” para hacer en casa, Riquelme fue sincero: “No muchas (risas). Soy bueno cuidando a mis hijas, pero con el tema comida muy bien no me fue. Ayudar con las tareas de la casa, lavar los platos. No queda otra que arremangarse.”
Con altura
El 30 de junio se vencerá el contrato de Marcos con Bolívar y como muchos en el mundo del fútbol están viviendo un momento complicado de cara al futuro laboral.
“Está difícil por el tema de la pandemia. En lo personal venía haciendo muchos goles, había arrancado muy bien el campeonato y justo este parate, hace que todo se complique”, reconoció el Pájaro.
Desde FIFA se generó la posibilidad de extender hasta diciembre los contratos que se terminan en junio y esa puede ser una vía que pueda utilizar el delantero. “Estoy en conversación con eso. Uno quiere seguir y que el contrato no sea hasta diciembre, sino un poco más”, dijo.
-¿En Bolívar encontraste tu lugar en el mundo?
- Fue donde mejor me sentí, jugando muchos partidos y haciendo varios goles. Conseguí 2 títulos locales, salí goleador en 2018, jugué Copa Libertadores, Copa Sudamericana. Fue muy bueno.
-¿Te queda pendiente jugar en Argentina?
- Por ahora seguiré ligado a Bolívar. Después, no tengo pensado jugar en Argentina, salvo que me llame un equipo, no te digo un grande, pero alguno importante. Mi representante ha tenido una conversación con Tinelli en el último mercado de pases (diciembre/enero) para ir a San Lorenzo. Fue solamente eso. Una conversación que no se dio.
Una vuelta Real
“Cada vez que lo veo a César (Mansilla, presidente de Real Pilar) me pregunta si ya estoy listo para jugar en el club. Sería lindo. Seguramente en el futuro se puede dar”, destacó Riquelme de jugar en el Monarca.
Los 5 hermanos
“Sería algo muy lindo poder jugar con mis hermanos. Yo soy el más chico de los 5 que jugamos en Toro. En el cierre de mi carrera, cuando decida no jugar más profesionalmente, sería lindo jugar en la Liga Escobarense. Y si no nos da, en alguna competencia de veteranos”, sueña Riquelme.