Por primera vez en la historia, la obesidad infantil superó al bajo peso como la forma más frecuente de desnutrición entre niños en edad escolar y adolescentes en todo el mundo, según reveló el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
El informe del UNICEF refleja, también, que el número de niños y adolescentes con obesidad se triplicó desde 2000. La referencia sobre Argentina. Detalles.
Por primera vez en la historia, la obesidad infantil superó al bajo peso como la forma más frecuente de desnutrición entre niños en edad escolar y adolescentes en todo el mundo, según reveló el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
La obesidad infantil alcanza niveles históricos con 188 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 19 años afectados. La cifra equivale a un 10% de la población infantil mundial.
Actualmente, uno de cada 10 niños en el mundo vive con obesidad, una cifra que ha triplicado la del año 2000, cuando solo el 3% de los menores era obeso. Hoy, la tasa alcanza el 9,4%, mientras que el bajo peso ha descendido al 9,2%.
La directora ejecutiva de UNICEF señaló que se trata de un cambio radical en el panorama de la malnutrición infantil.
La obesidad ya no es un problema aislado de países ricos; está presente en casi todas las regiones del mundo. El estudio analiza datos de más de 190 países y destaca casos especialmente preocupantes. Tal es la situación de varios países insulares del Pacífico, donde las cifras de obesidad infantil han alcanzado niveles extremos: Niue reporta un 38% de niños y adolescentes obesos; las Islas Cook, un 37%; y Nauru, un33 %. Las tasas se han duplicado en los últimos 25 años, impulsadas por el abandono de las dietas tradicionales en favor de alimentos ultraprocesados, importados y de bajo costo.
RIESGOS DE SALUD
Más allá de las estadísticas, la obesidad infantil implica graves riesgos para la salud a corto y largo plazo. Los niños obesos tienen mayores probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina, hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer en la edad adulta.
UNICEF atribuye esta epidemia al entorno alimentario en el que crecen los niños: alimentos ultraprocesados, ricos en azúcar, sal, grasas y aditivos, dominan las tiendas, las escuelas y los espacios digitales, desplazando a opciones nutritivas como frutas, verduras y proteínas.
La publicidad dirigida a los niños también juega un papel determinante. Una encuesta global realizada por la agencia de la ONU a 64.000 jóvenes de 13 a 24 años halló que el 75% había visto anuncios de bebidas azucaradas y comida rápida en la última semana, y el 60% aseguró que esos anuncios aumentaron su apetito por esos productos.
Incluso en contextos de crisis o conflicto, la penetración de la publicidad es alta: un 68% de los niños en países afectados por conflictos indicó haber estado expuestos a anuncios de comida chatarra.
MEDIDAS URGENTES
Para empezar a remediar tan alarmante problema sanitario, UNICEF propuso una serie de medidas urgentes:
“La obesidad infantil es una emergencia silenciosa que está creciendo ante nuestros ojos. Necesitamos transformar los entornos alimentarios de forma urgente para que todos los niños, sin importar dónde vivan, tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles”, subrayó Russell.
LA SITUACIÓN EN ARGENTINA
En Argentina, el avance de la obesidad infantil refleja tendencias observadas a nivel mundial y regional. Datos incluidos en el informe de UNICEF señalan que en la adolescencia los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas aportan al menos un tercio de la ingesta energética total, lo que coloca al país junto a naciones como Bélgica, Chile y México en cuanto al patrón de consumo.
El análisis también identifica diferencias en los entornos de compra según el nivel socioeconómico. En áreas de menores recursos, comercios y supermercados disponen golosinas y cereales azucarados en los lugares más visibles y accesibles para los niños. En contraste, los barrios de mayor poder adquisitivo suelen otorgar esa posición a frutas y verduras, indica el informe.
Otro aspecto relevante es la exposición temprana de los niños argentinos a dispositivos conectados a internet y, con ello, a estrategias de marketing digital. El informe de Unicef analizó el contenido publicitario en las plataformas de redes sociales previo a la entrada en vigor de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable.
Los resultados muestran que la mayoría de los anuncios correspondían a productos ultraprocesados como galletitas, tortas, golosinas y comida rápida, en su mayoría altos en azúcar o sal. Las técnicas de mercadeo se orientaban a generar vínculos emocionales y a incentivar la participación, con mensajes dirigidos directamente a niños y adolescentes.
Si bien el informe de Unicef no presenta una cifra específica sobre la prevalencia de obesidad infantil o sobrepeso en Argentina, los últimos datos oficiales disponibles en la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2) mostraron que el 41% de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tienen sobrepeso y obesidad en el país en una proporción de 20,7% y 20,4% respectivamente.