Desde su irrupción en la Fórmula 1, Franco Colapinto se convirtió en mucho más que un piloto: el joven de Pilar se transformó en un fenómeno que sobrepasa ampliamente deportivo y marca presencia en distintos ámbitos, desde los más esperables hasta los más sorprendentes.
La aparición más reciente es la de un muñeco del pilarense, que puede conseguirse en la juguetería “Aquelarre”, que funciona en el local 28 de la galería de la terminal de ómnibus de Pilar.
En las últimas horas, Julio, su propietario, incorporó al negocio nada menos que un peluche de 35 centímetros del piloto, un simpático muñeco con el traje antiflama y el casco con el sello de Williams que puede adquirirse por $11.900.
Y no es este el único exponente de la fiebre Colapinto: también arribaron a la juguetería autitos de Fórmula 1 (de estilo Duravit) para la primera infancia. Se trata de un rodado de carrera de unos 15 centímetros personalizado de acuerdo con las características de cada escudería.
La cara del pilarense puede verse en el empaque y cada piloto tiene su versión correspondiente, lo que la convierte en una línea coleccionable. Cada unidad cuesta $3.500.
Franco está en todos lados… hasta en cualquier tipo de comercio, como un local de La Lonja que ofrece “huevos F1. Grandes como los de Colapinto”. Cosas del marketing…
Omnipresente
La “Colapinto-manía” registró varios capítulos en las últimas semanas y siempre hay espacio para seguir sorprendiéndose.
Por ejemplo, el artista Cristian English pintó sobre un billete de mil pesos al piloto y detrás suyo al Williams en la plaza 12 de Octubre de Pilar.
Además, la Francomanía generó una nueva viralización cuando apareció una calle con el nombre del piloto en la ciudad de Luján. El piloto de la escudería Williams Racing posee un tramo de la calle a la altura del 700 hasta el 800 y se cruza con otra que lleva el nombre del ingeniero británico James Vowles, jefe de su equipo, que comienza en el 0 y termina en el 100.
El rubro gastronómico se sumó a la moda: el restaurante “El Antojo”, autoproclamado como el autor de la mejor milanesa de bodegón de la Ciudad de Buenos Aires, homenajeó al piloto pilarense cocinando una milanesa con la forma de su rostro, la “Milapinto”.
Por otra parte, la heladería Mario´s de Bella Vista lanzó su chocolate Colapinto, edición limitada de un chocolate con dulce de leche repostero y lentejas de chocolate confitadas en los colores azul, amarillo y blanco (a propósito del fanatismo del corredor por el club Boca Juniors), al que se le puede sumar un topping de pistachos.