En tiempos donde el aumento de las tarifas eléctricas es una preocupación creciente, entender cómo reducir el consumo energético en el hogar se vuelve fundamental. Si bien hay electrodomésticos que consumen grandes cantidades de electricidad durante su uso, también existen dispositivos que, aunque estén apagados, siguen generando gastos invisibles.
El electrodoméstico que más energía consume en casa, aunque no esté en funcionamiento, es el televisor, especialmente los modelos Smart TV. Estos dispositivos continúan consumiendo energía cuando están apagados, pero siguen conectados a la corriente eléctrica, lo que genera un consumo invisible. Este gasto es uno de los principales responsables del aumento en las facturas de electricidad.
Aunque el consumo de un televisor en modo espera puede parecer bajo, entre 0,5 y 3 vatios, su impacto es significativo cuando consideramos el tiempo que permanece conectado todo el día. Esta cifra puede representar entre un 10% y un 20% de la factura eléctrica mensual, dependiendo del uso y el modelo del dispositivo.
Además, los Smart TVs no solo consumen energía cuando están apagados, sino que también siguen funcionando en segundo plano para tareas como la actualización de software, la conectividad a internet y la activación desde el control remoto. Estas funciones continúan gastando energía incluso cuando no estamos utilizando el televisor.
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Los televisores son uno de los electrodomésticos que mayor energía consumen impactando en las facturas de luz.
¿Cómo reducir el consumo energético para ahorrar?
Para evitar este desperdicio, una de las soluciones más simples es desconectar completamente el televisor de la corriente eléctrica cuando no lo estemos utilizando. Aunque muchos optan por apagarlo con el control remoto, esto no elimina el consumo en modo espera, por lo que es recomendable desenchufarlo o utilizar una regleta con interruptor para cortar la energía de varios dispositivos a la vez.
Otra opción que puede ayudar a reducir el gasto es activar las funciones de ahorro de energía que ofrecen los modelos más nuevos. Estas configuraciones permiten ajustar el brillo de la pantalla según la luz ambiente o programar un apagado automático después de un tiempo de inactividad, lo cual puede hacer una gran diferencia en el consumo energético.
Al momento de adquirir un televisor nuevo, optar por modelos con la certificación ENERGY STAR puede ser una excelente inversión. Estos dispositivos están diseñados para ser más eficientes y consumir menos electricidad, tanto en uso activo como en modo standby.
Por último, es importante recordar que no solo el televisor es responsable del consumo energético. Otros electrodomésticos, como la heladera, el aire acondicionado, la calefacción eléctrica y hasta los cargadores de dispositivos electrónicos, también pueden contribuir a un gasto elevado si no se utilizan correctamente. Reducir el consumo de estos aparatos es clave para optimizar el uso de energía en el hogar.