Mayo 2020
Mayo 2020
Martes 5
Día 47 de la cuarentena. Otro día en el que me desperté tarde. Mejor, así tu ausencia duele menos. Sé que me acompañás desde esa estrella, La que más brilla, la que se ve hasta el Alba. Mientras desayuno mis lágrimas enfrían el café. Afrontaré la vida como pueda.
Miércoles 6
Me levanté temprano a mirar el Lucero y contemplar mi propia ausencia. Después, trabajé en lo cotidiano, limpié la casa, hice las compras...y continué llorando. Ya estoy enloqueciendo entre la cuarentena, tu ausencia, el miedo. Dolor que estalla en mis huesos
Jueves 7
Día 49 de la cuarentena. Es el DIA. Ya ensayé la mentira, Diré lo mismo, a partir de mañana. En los días de aislamiento compartido, reafirmé que estos 10 años de convivencia fueron una verdadera pesadilla. Me siento asfixiada.
Ahora llevaré el Té que me ordenó le hiciera, como siempre de muy malas formas. Prepotente. Malo. Su Té, tendrá un delicioso sabor a almendras amargas.
Viernes 8
No dormí en toda la noche, dejé que pasara sus últimos minutos solo, preferí no verlo sufrir, aunque se lo merecía.
Lavé la taza, me cambié la ropa, la quemé junto a los guantes con los que lo manipulé.
Llegó la ambulancia a las 6 hs. con un médico joven inexperto, vestido como para ir a la Luna, porque avisé a la operadora que mi marido tenía posible diagnóstico. Protocolo activado. Confirmó su deceso. Hizo rápidamente el certificado de defunción.
Sábado 9
Actué de viuda desconsolada. Aconsejaron cremación inmediata. No hay familia directa como para avisar. Solo un puñado de conocidos. Acabo de llegar del cementerio, ya está hecho.
Ahora, al amparo de esta hermosa noche abro la botella de Malbec, la que teníamos guardada para ocasiones especiales, y mirando la Luna, brindaré POR MI y porque por la Pandemia, ya no se hacen Autopsias.
María Martínez Oliver