El sol del 25 viene asomando…

23 de mayo de 2010 - 00:00

Rancho de principios de Siglo XX habitado por la familia Cundari.

 

 

 

 

 

 

Un 25 de Mayo, cuando la patria nacía y queríamos ser dirigidos por nuestras propias autoridades, nos agrupamos para formar una Primera Junta de gobierno que tardaría 6 años para ser independiente de España. El 25 de Mayo marcaría así el comienzo de un cambio en el Río de la Plata.

 

Pasó el tiempo, se fundaron nuevas ciudades. Aquel Pilar, cuna del federalismo, allá por el 1910 festejaba de variadas formas el Centenario de la Revolución.

 

El Tedeum en la parroquia, la belleza de los comercios en el comienzo del siglo XX, la fiesta por los 100 años de un gesta heroica. Festejos en cada bar, encuentros en cada café de la época hizo que Pilar también formara parte de aquellos momentos alegres de comienzos del siglo XX.

 

Luego de 100 años más, Pilar nuevamente en su condición de seguir siendo la cuna del federalismo, se prepara para este 25 histórico de Mayo.

 

Y esa es la razón de ser de mi nota de este domingo, mostrar de mi arcón de recuerdos las imágenes de aquellos festejos que con orgullo supimos mostrar en los 100 años de la gran revolución maya recordando al 1810.

 

¡Feliz día de la Patria!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mateo Marconcini y su señora esposa Ángela Zorato, en 1946, abren la hoy recordada panadería “El Molino”, situada entonces en la esquina de Hipólito Yrigoyen y San Martín, donde actualmente se encuentra la galería Pilar Plaza. Los vecinos pilarenses y los legendarios quinteros de fin de semana siempre recuerdan las exquisitas tortitas negras y las sabrosas galletas marineras que allí elaboraban.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotograma de aquel invierno de 1928, en la Avenida Tomás Márquez de nuestro pueblo, un prolijo enripiado realizado por una zorra, que circulaba por el tendido férreo hasta la calle Fermín Gamboa. La casa que se observa en primer plano a la derecha fue propiedad del ferrocarril. Luego sería adquirida por Don Luis Valerga. Actualmente se encuentra allí la tradicional heladería Bom Que Bom.

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

Aviso publicitario de 1910, recomendando fumar cigarrillos alusivos al acontecimiento. Archivo Editorial Atlántida, ilustración Luis Gaspardo.

 

 

 

 

 

 

 

María Luisa Cerna tomó su primera comunión en 1910, año del Centenario, en la parroquia Nuestra Señora del Pilar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Año 1910. Vemos a vecinos pilarenses a la salida de la misa celebrada en la parroquia Nuestra Señora del Pilar, en conmemoración al Centenario de la patria. Se puede apreciar la elegancia característica de la gente de la época. como así también el edificio sobre la calle Belgrano donde actualmente se encuentra el bar El Colonial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rancho de mediados del siglo pasado ubicado en la feria de Juan Irigoin, donde hoy se encuentra el estadio de Fénix.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hotel Centenario, año 1912. Estaba ubicado en Independencia y Belgrano, anteriormente llamado Fonda Vasca. Único lugar donde se realizaban reuniones, casamientos y de vez en cuando algún velatorio. Hotel muy habitado por viajantes de comercio de la época. En este caso la foto muestra una reunión de señoritas en una despedida de soltera. Ellas son Juana Paulina Cucco, María Esther De Ferrari, Livia Libonati, Romilda Walsechi, Carmen Machado, Rosa María Luisa Cerna, María Amelia Quiroga, Emma Villa, María Stucchi, Amanda Vitelli, Teresa D’Auría, Delia Necchi, Josefina Santaagostín, Eugenia Sainz, María García y Ana Saporiti.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquel 25 de mayo de 1910 los vecinos pilarenses se reunieron en el bar “Celeste Imperio”, ubicado en las intersecciones de las calles Tucumán y 11 de Septiembre, para celebrar el Centenario de la Revolución de Mayo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Equilibristas alemanes a Pilar, en 1953

A mediados del siglo pasado, en la presidencia del Teniente General Juan Domingo Perón, llegó a Buenos Aires un espectáculo de equilibrismo proveniente de Alemania, el cual se desarrolló en el mismísimo Obelisco porteño, donde se desplazó una cuerda acerada desde allí hasta un edificio contiguo, por la cual los acróbatas regalaron su asombrosa actividad. Este espectáculo fue traído al distrito de Pilar de funcionarios partidarios del gobierno de esa época, a cargo por entonces por su intendente Don Floriano Benito López. El lugar elegido en aquel momento fue la torre de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar que da sobre la calle Belgrano, desde donde se colocó la cuerda de acero que se desplazó hacia el Parque Infantil “Evita”, donde actualmente se encuentra la Escuela Nº 26.
Vale recordar que dicho espectáculo tuvo que ser suspendido por varios días debido a las inclemencias climáticas, ya que los fuertes vientos no dejaban desarrollar normalmente la actividad. Entre los malabares desarrollados, se destacó un recorrido en bicicleta sobre la cuerda acerada de uno de los equilibristas, que aún hoy los jóvenes septuagenarios vecinos de Pilar recuerdan en su memoria como uno de sus mejores momentos de su niñez.

 

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