Las facturas de electricidad en los comercios chicos subirán hasta 390%, muy por encima de lo previsto, según los datos publicados por el ente regulador (ENRE). Para las industrias, el aumento en las boletas de luz llegará al 130% en promedio.
Una factura actual de $8.100 pasará a $39.500 desde el mes que viene, un 389% de aumento. Un local grande pasará de pagar $150.000 a $590.000.
Las facturas de electricidad en los comercios chicos subirán hasta 390%, muy por encima de lo previsto, según los datos publicados por el ente regulador (ENRE). Para las industrias, el aumento en las boletas de luz llegará al 130% en promedio.
Los datos se conocieron luego de que el ente regulador de la electricidad (ENRE) publicara los nuevos cuadros tarifarios este viernes en el Boletín Oficial. El impacto en las boletas se sentirá a partir del mes próximo.
Además de quitarles el subsidio de la generación eléctrica a los hogares de mayores ingresos, el Gobierno también avanzó en un fuerte aumento de precios para consumidores no residenciales, que comenzarán a recibir el impacto en las boletas del mes próximo.
En particular, la suba mayor la tendrán los comercios chicos, que hasta ahora recibían una parte de subsidios del Tesoro Nacional.
Según cálculos de la consultora Economía y Energía (EyE), un pequeño comercio que consume alrededor de 212 kWh pasará de pagar una boleta promedio de $8.100 a $39.500 por mes (389%), en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Un comercio grande, en tanto, que consume 3.900 kWh, pasará de pagar $150.000 a $590.000. Se trata de un aumento de 293%.
La publicación de los nuevos cuadros tarifarios trajo una sorpresa, ya que el ENRE decidió achicar las categorías de consumo de los usuarios residenciales: mientras que antes había nueve categorías de usuarios residenciales (de menor a mayor consumo), ahora pasarán a ser cuatro.
Esto implica distintos aumentos para cada usuario residencial. En promedio, para el 70% de los usuarios residenciales, los aumentos serán de entre 120% (ingresos medios y bajos) a 165% (altos).
Por ejemplo, el 40% de los usuarios residenciales tienen un consumo menor a 150 kWh mes y son considerados R1. Para ellos, la suba dispuesta será de 167% si son de altos ingresos, 138%, sin son de bajos ingresos y de 127% para los de ingresos medios, según cálculos de la consultora EyE.
En concreto, un usuario residencial en el AMBA con un consumo de hasta 150 kwh por mes (R1) pasará a pagar de $2336 a $6217 (166%), si es de altos ingresos; de $760 a $1769 (133%), si es de ingresos bajos, y de $830 a $1839 (122%), si es de ingresos medios, según cálculos de la fundación FIEL.
Los usuarios residenciales que consumen en promedio entre 151 y 325 kWh mensual (R2), que representan al 30% de los hogares, pasarán a pagar de $6750 a $17.902 (165%), si es de altos ingresos; de $2060 a $4668 (127%), si es de ingresos bajos, y de $2268 a $4877 (115%), si es de ingresos medios.
Los aumentos en las tarifas se explican por dos actualizaciones que realizó el Gobierno. Por un lado, se trasladó a los usuarios el efecto de la devaluación de diciembre, que tiene un impacto directo en el consumo energético, ya que los contratos del sector están fijados en dólares al tipo de cambio de oficial (subió de $350 a $800 a fines de 2023). Esta situación afectó la tarifa de generación eléctrica, que explica el 40% del precio final de la boleta y que es el segmento que recibe subsidios en todo el país.
Por otro lado, en el AMBA, los aumentos de tarifa fueron mayores porque el ENRE dispuso una recomposición tarifaria del segmento del valor agregado de distribución (VAD), que es el ingreso que reciben Edenor y Edesur. En otras jurisdicciones del país, la tarifa de este segmento la decide el ente regulador local; solo en el AMBA depende del Estado Nacional.
Desde abril, el VAD de las tarifas eléctricas en el AMBA se actualizarán todos los meses, según una fórmula compuesta por la inflación minorista (IPC), la inflación mayorista (IPIM) y el índice salarial de dos meses atrás.
Es decir, en abril se actualizarán las tarifas según un promedio de la variación de febrero de las variables mencionadas.