Circulan las unidades de las empresas Metropol (176, 276, 365 y 510) y DOTA (57 y 429). Se notó la merma de la actividad en el distrito por la falta de transporte. La Panamericana estuvo cargada.
La línea 276, una de las pcas que funcionan en Pilar durante el paro.
La termina de colectivos, desierta durante la mayor parte del día.
El paro que lleva adelante este martes la Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio que agrupa a los choferes de colectivos, paralizó a 11 de las 17 líneas de transporte que funcionan habitualmente en Pilar, lo que se notó en una merma de la actividad en el distrito.
En Pilar, las únicas cinco líneas que no se adhirieron a la medida de fuerza son las que pertenecen a las empresas Metropol (176, 276 y 510) y DOTA (57 y 429). El resto, no sacó unidades de las terminales durante toda la jornada.
En Pilar hay 16 líneas de colectivos que prestan servicio habitual. Algunas de ellas lo hacen con varios ramales. Dos son de jurisdicción nacional, es decir, que en su recorrido recorren tanto CABA como municipios de la Provincia: son la 57 y 176, ambas funcionando durante el paro.
Otras 6 son provinciales, atraviesan varios municipios, pero no tocan las calles de la ciudad de Buenos Aires. Son las líneas 203, 228F, 276, 291, 350, 365, 429 y 448. Solo la 276, 365 y la 429 funcionaron este martes.
Finalmente, las líneas comunales, que no salen de los límites del distrito, son 7: 501, 503, 506, 509, 510, 511 y 520. La 510 prestó servicio.
En tanto que debido a la escasez de colectivos, Panamericana estuvo más cargada de lo habitual, al igual que los ferrocarriles San Martín y Belgrano Norte. En el centro de la ciudad fue notoria la baja en la circulación de personas, lo que impactó en el comercio.
Por otra parte, en zona oeste se registraron incidentes contra ómnibus de la línea 57. Algunas de sus unidades fueron atacadas a pedradas en General Rodríguez. Desde la 276, en tanto, se reportaron algunas amenazas durante la madrugada, aunque no hubo incidentes.
El encuentro de este lunes fue convocado por el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Reunió, vía zoom, a referentes de la UTA, que encabeza Roberto Fernández, y de las cámaras empresarias que agrupan a los propietarios de colectivos de corta y media distancia. Pero a pesar de las expectativas, no logró avanzar en un entendimiento para encarrilar la discusión de la paritaria sectorial.
Mientras el gremio insistió en su reclamo de elevar el piso salarial de los choferes a $ 1.700.000 (actualmente el mínimo asciende a $ 1.200.000), las empresas ratificaron su ofrecimiento de una mejora escalonada de 6%, en línea con el tope de aumento de entre 1% y 2% que el Gobierno pretende generalizar al conjunto de las paritarias.
“Los empresarios han ofrecido por los meses de febrero, marzo, abril, mayo y junio un incremento remunerativo de menos del 6% a pagarse a partir del mes de junio. Con ello se ofrecen sumas no remunerativas de $ 40.000 para el 26 de mayo; $ 50.000 el 16 de junio y $ 70.000 el 15 de julio. Una falta de respeto”, manifestaron desde el sindicato en un comunicado.
Por su parte, desde el sector empresarial aseguraron que hicieron el máximo esfuerzo para otorgar una suba salarial y acordar con los trabajadores. “Hicimos un ofrecimiento al gremio que está en línea con los números que nosotros vemos, considerando que la mitad de líneas de colectivos del AMBA tienen la tarifa congelada hace 8 meses”, señaló Luciano Fusaro, presidente de la Asociación Argentina de Empresarios de Transporte Automotor (AAETA).
Con este paro, más de 300 líneas de colectivos dejaron de circular entre las 0 y la medianoche del martes en el Área Metropolitana (AMBA).
Un grupo de choferes de la línea 148 se movilizó este lunes por la tarde hacia la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), ubicada en el barrio porteño de Balvanera, para expresar su rechazo a las negociaciones salariales que encabeza la conducción gremial.
Durante la protesta, los trabajadores arrojaron huevos contra el edificio sindical y corearon consignas en desacuerdo con el acuerdo que se está negociando con las cámaras empresarias y el Gobierno nacional.
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