Fuera de la política, la intensa semana institucional que vivió Pilar tuvo una protagonista insoslayable: la cámara de comercio de Pilar (Scipa), con su férrea oposición a la ordenanza, finalmente aprobada por el oficialismo, que habilita el cableado aéreo en todo el distrito. Con opiniones públicas habituales y, en muchos casos, duras, Scipa se paró en la vereda de enfrente de la administración de Nicolás Ducoté. Aunque su presidenta, Edit Domíngez, aseguró que no se trató de una ruptura de relaciones.
“Podemos estar de acuerdo en unos puntos y en otros no. Acompañamos en todo lo que sea bien para el comercio, Pero disentir nos hace crecer como sociedad, sin necesariamente tener que estar de un lado o del otro definitivamente”, le dijo a El Diario.
A la vez, manifestó su deseo de que “le vaya bien Ducoté o al que esté, porque nos hace bien a todos los pilarenses”.
En cuanto a la ordenanza del cableado, opinó que “no hay ganadores ni perdedores: lo que ya hay es damnificados”. Y sostuvo que “Pilar va a contramano de todas las ciudades modernas, por eso nos cuesta entender la decisión”.
A la vez, explicó la vehemencia de la oposición al cableado en que “hace 20 años estamos atrás del centro comercial a cielo abierto, un proyecto que hace a que la gente visite la ciudad”. Y en eso, que el cableado sea subterráneo es clave, junto a la cartelería y el mobiliario urbano. “Tenemos que ser responsables de nuestros accionar, nosotros como ciudadanos nosotros y los representantes después”, señaló.




