Después del receso invernal, la Legislatura bonaerense trataría un proyecto de reforma a la ley de alquileres, que -en sintonía con la que entró en vigencia en la Ciudad de Buenos Aires- haga que los gastos de los contratos, honorarios de las inmobiliarias, adelantos en garantía u otros adicionales no recaigan totalmente sobre el bolsillo de los inquilinos.
La reforma establece que aquellos gastos originados en el contrato confeccionado por un martillero matriculado (incluye trámites) deberán ser afrontados por el propietario. Según la Asociación Platense de Inquilinos, “con este proyecto buscamos reducir en más del 50% el costo de hacer un nuevo contrato, buscando revertir una situación injusta donde al inquilino se le cobra la totalidad de los mismos, a pesar de que debe ser compartido”.
El proyecto comenzó a debatirse en comisión. Allí un informe elaborado a partir de una encuesta de la Federación de Inquilinos Nacional, determina que las preocupaciones de los inquilinos son el precio del alquiler, los requisitos económicos para ingresar a una vivienda en alquiler, la comisión inmobiliaria y la garantía propietaria que se exige.
En los contratos tipos, se cobra el mes de alquiler adelantado, la certificación de las firmas que pueden costar aproximadamente 700 pesos; el sellado que representa el 1,2%, del total del monto del contrato por dos años; el costo de los informes para conocer el historial crediticio del titular y el garante; el depósito (no puede superar el equivalente a dos meses de alquiler); y los honorarios de la inmobiliaria del 4%.
El proyecto reformista en la Legislatura provincial fue presentado por los diputados José Ottavis y Rocío Giaccone, del bloque “Peronismo Kirchnerista”. Pero tendría el visto bueno de la gobernadora María Eugenia Vidal.