El Municipio busca de a poco volver a mostrarse en la calle

Retomó algunos trabajos en los barrios. Y comenzó obras de refacción en el hospital central. Mientras tanto, renegocia deudas para volver a tener crédito con proveedores de insumos.

7 de enero de 2016 - 00:00
Volver a la calle. Ese es el objetivo que se plantea el gobierno municipal para los primeros días de este año, luego de algunas semanas de actividad reducida en las delegaciones y otras áreas que brindan servicios en los barrios.
La falta de fondos para la compra de insumos críticos, como combustible y material caliente para bacheo, se sumó al corte del crédito con los principales proveedores, que aún esperan negociar las deudas que comprometió la gestión anterior.
Pero en estos días, con las conversaciones más avanzadas, la administración de Nicolás Ducoté comenzó a mostrar algo de actividad fuera de lo administrativo y lo estrictamente vital, como salud y seguridad.
Ayer comenzaron trabajos de refacción en el Hospital Juan Cirilo Sanguinetti, de Pilar y se anunció que en los próximos días será el turno del Meisner y el Falcón (ver aparte).
Además, comenzaron a verse operarios con guadañadoras cortando el pasto en algunos barrios. Una vuelta lenta, pero visible luego de un parate que dejó a muchas esquinas con pilas de ramas que de a poco comenzaron a transformarse en pequeños basurales.
El propio Ducoté adelantó que “en los próximos días se estarán analizando los procesos para poder abrir cuentas  con proveedores y que avancen los planes de bacheo y de higiene urbana”.
“Con un poco más de fuerza queremos empezar a poner los recursos humanos con las herramientas en la calle para ocuparnos de la mejora de los barrios, que aspiramos a que sea una realidad cotidiana”, sostuvo.
En ese sentido, señaló que “hay que articular la falta de fondeo” para el pago de  los insumos cotidianos. Y recordó que casi la totalidad de los ingresos de la última semana se dedicó al pago de sueldos.

Negociación
Pero la salida a la calle también tiene una parte del trabajo que queda oculto en las oficinas administrativas. Es la que implica la negociación para que los proveedores vuelvan a entregar insumos o, en todo caso, iniciar el proceso de cambio.
“De a poco vamos mejorando, sentándonos con los principales proveedores y empezando a establecer los términos de las deudas con cada uno y los procesos de continuidad de servicios”, indicó Ducoté.
“Estamos ordenando las cuentas, pero una cosa es saber lo que tenemos y otra tener la plata para pagar”, diferenció. Y señaló que “es un proceso que día a día nos ordenamos para que la gente sienta que el gobierno está empezando a hacer más de lo que pudo hacer hasta ahora”.
En cuanto a la deuda con los proveedores, se  está en la “etapa de revisión y solicitud de documentación”. De todos modos, explicó que “en algunos casos hacen falta seguimientos y auditorías para verificar si efectivamente existió o no el servicio que se quiere cobrar”. 
Adelantó, a la vez, que “en los casos en los que no logremos ponernos de acuerdo (con los proveedores), nos remitiremos al Tribunal de Cuentas para que haga una auditoría más exhaustiva”.
“Tiene que ser una etapa de ordenar y ver en qué categoría de deuda está cada uno. Si estamos de acuerdo, hay que continuar la relación, al menos hasta que podamos hacer una licitación mejor y más transparente”, apuntó Ducoté. 
 
90 
días es el plazo que puso el gobierno para terminar la etapa de revisión de deudas con los proveedores heredadas de la gestión anterior.
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