De acuerdo a los últimos indicadores, el comercio del centro no está pasando por su mejor momento de los últimos años. Ventas en caída libre desde hace seis meses y locales que cierran son algunos de los síntomas. Y, al parecer, el mercado inmobiliario tampoco está ajeno a la situación.
Un relevamiento de El Diario entre operadores inmobiliarios del centro muestra que el alquiler de locales está al menos en una meseta mientras que de la mano de una inflación creciente, la renovación de contratos al vencimiento registra aumentos de entre el 30 y el 50%.
Pablo Martignone, de la inmobiliaria homónima describió la fórmula de estos tiempos: “Lo bueno y a precio razonable, se alquila fácil, pero hay poco porque el inquilino no se va”. Traducido, el martillero se refirió de ese modo a los locales de las calles más comerciales del centro, Rivadavia, Lagrave, Lorenzo López y San Martín. En la periferia, en tanto, el panorama muestra una mayor rotación.
Según Martignone, además, la renovación de los contratos de alquiler que están venciendo por estos días incluyen aumentos que rondan el 50%.
Horacio Martínez, de la inmobiliaria ByM coincidió en que “con los locales de buena ubicación casi no hay vacantes” y hasta indicó que se suele resignar algo los aumentos de contratos a la hora de renovar para privilegiar la continuidad. Así, ubicó las subas en torno al 30% anual para los contratos de tres años.
De todos modos, señaló que en los últimos tiempos se están negociando renovaciones más cortas, hasta por un año, con la intención de esperar que se estabilicen las variables económicas y políticas.
Fuera del microclima de las calles que rodean la plaza 12 de Octubre, sin embargo, el clima se parece más al del invierno que está comenzando a recrudecer: menos consultas y muchas menos operaciones concretadas.
“Como sucede en épocas de crisis, en las zonas periféricas hay más locales disponibles. Ahí, el mercado está amesetado”, describió Martínez.
Según el martillero, una de las variables que frena la apertura de comercios es el costo inicial, que incluye la infraestructura y la habilitación municipal.
Desde la inmobiliaria Vallier, Liliana indicó que aunque menguadas, las consultas por alquileres de locales comerciales aún se mantiene. Sin embargo, la demanda concreta está disminuida respecto a la que se percibía hace unos años.
A la vez, en coincidencia con sus colegas, señaló que los aumentos en la renovación de los contratos rondan el 30% por año, aunque también hay quien los negocia por un 10% a 15% aplicables cada semestre o fracción inferior.
Baja
En las últimas semanas, la Sociedad de Comerciantes, Propietarios y Afines de Pilar (Scipa), advirtió por la aparición de carteles de alquiler en locales del centro que hasta poco antes estaban trabajando.
Por eso, lanzó un relevamiento cuyos resultados se conocerán en los próximos días para saber el verdadero cuadro de la situación.
De por sí, el síntoma se manifiesta en un momento en el que el sector ya venía mostrando signos de preocupación. Sobre todo, a partir de los 6 meses consecutivos de caída en las ventas, con un acumulado del 13,75%.
30%
es el promedio de aumento anual para renovar el contrato de alquiler de un local comercial. Algunos llegan al 50%.
“Como en épocas de crisis, en las zonas periféricas el mercado está amesetado”.
HORACIO MARTÍNEZ