El Gobierno local busca adquirir un dron para sumarlo a las cámaras de seguridad y además darle otros usos relacionados al control recaudatorio.
Lo que hasta hace unos meses sonaba como un rumor, hoy está más cerca de ser una realidad, ligada a lo que sucede en Tigre, bunker del cabecilla del Frente Renovador (FR), Sergio Massa.
Está confirmado que fueron al menos tres las reuniones en Tigre en las que participaron funcionarios locales, que comenzaron a soñar con sumarse a la tecnología tigrense.
Fuentes oficiales reconocieron que es una alternativa posible y que la plataforma instalada en el distrito para el funcionamiento de las cámaras de seguridad y el centro de monitoreo, es apta para la utilización de drones dentro del sistema.
“No lo descartamos, nos han hecho muchas ofertas para sumar a nuestra estructura tecnológica y no es nada despreciable la posibilidad de sumar drones”, aseguró la misma fuente.
Esta chance estaría estrechamente relacionada con la confirmación que hizo en la última semana el intendente Humberto Zúccaro a la prensa. El mandatario adelantó la ampliación del actual centro de monitoreo, ubicado en la esquina de Tratado del Pilar y Ana Mogas, asegurando que sería inaugurada a fines de este mes.
Con el corte de cintas, pretenden anunciar el incremento en la cantidad de cámaras, así como también sumar 5 nuevos móviles del Servicio de Apoyo Policial (SAP) y analizan la posibilidad de presentar el dron el mismo día.
Al mismo tiempo, temen que sea controversial, ya que la paralización de las obras del edificio propio del centro de monitoreo, se justificaron en la falta de fondos.
Y un robot volador, entre los más económicos, para ese fin cuesta entre 10 mil y 40 mil dólares, según el modelo.
Vigilancia y control
Pero imitar las aplicaciones del distrito dirigido por Massa, también implicaría, utilizar el dron para más fines que solo la seguridad.
Además de la vigilancia, en Tigre los drones son utilizados para recorrer y observar los problemas en el tránsito, los accidentes y el control de las construcciones clandestinas.
El robot volador que porta una cámara, sobrevuela los barrios para observar en cada manzana, si hay construcciones o ampliaciones no declaradas. Con las imágenes tomadas, luego intiman a los contribuyentes.
Según pudo saber El Diario, las gestiones para la adquisición del dron se harían en Europa, donde un enviado del Municipio buscará un mejor precio que le permita sumarse a la utilización de los robots voladores.
Espías
Polémica por su uso
Al igual que las cámaras de seguridad utilizadas por los sistemas modernos con el fin de prevenir el delito, la utilización de los drones despierta elogios y críticas.
Uno de los repudios más fuertes es la posible violación del derecho a la privacidad y el efecto amedrentador que puede tener el robot espía sobre las personas.
Incluso hay quienes ya piden que su uso en manifestaciones públicas o con fines recaudatorios, como el de sobrevolar las casas para controlar las construcciones, sea regulado a través de una legislación nacional.
En Tigre, los drones son controlados desde camionetas equipadas con sala de reuniones y pantalla conectada al centro de monitoreo, para poder observar la cámara del domo.
El alcance de los drones, es de un radio aproximado de 2.000 metros, según el modelo y su autonomía es de 20 a 30 minutos por batería.
Una anécdota, en realidad una noticia que no fue difundida, pero sí confirmada por fuentes allegadas al municipio de Tigre, fue la caída y destrucción de uno de los drones.
Lo anecdótico de esa pérdida no fue que el robot se cayó, sino que fue derribado por algunos disparos provenientes del barrio Los Tábanos.