La secretaria de Hacienda, Viviana Aranzasti, trabaja en el presupuesto.
El presupuesto municipal que regirá el primer año del tercer mandato como intendente de Humberto Zúccaro demorará algo más de lo previsto en aprobarse.
Aunque la Ley Orgánica de la Municipalidades (LOM) fija el 31 de octubre como plazo límite para que el Departamento Ejecutivo remita el cálculo de gastos y recursos del año siguiente al Concejo Deliberante, el gobierno de Pilar decidió tomarse más tiempo.
La secretaria de Economía y Hacienda municipal, Viviana Aranzasti, le confirmó a El Diario que el proyecto de presupuesto, fundamental para el ordenamiento de la gestión, estará listo en el transcurso del mes de noviembre.
Para eso, el Ejecutivo debió solicitar formalmente una prórroga en los plazos, pedido que ya fue aprobado por el pleno del Concejo Deliberante.
La idea es que el presupuesto del año que viene sea debatido por la conformación del deliberativo que se consolidará el 10 de diciembre, cuando asuman los ediles electos el último domingo.
Aunque hasta ahora el oficialismo tiene mayoría en el recinto, desde el 10 de diciembre esa presencia será aún mayor: pasará de 12 a 14 ediles, con lo que controlará la mayoría simple y las especiales.
Junto con el presupuesto para el año que viene, el área económica trabaja ahora en otra ordenanza clave que será complementaria: una reforma tributaria que incluirá aumento de tasas, e incluso podría alcanzar al ex ABL.
Los proyectos
La reforma tributaria fue anunciada por Zúccaro una semana antes de las elecciones que le dieron el triunfo. Incluso, admitió que podría subir la tasa de Mantenimiento de la Vía Pública y Servicios Generales, aún conocida popularmente por su antiguo nombre de ABL.
“Va a haber una reforma tributaria. Desde el año 2003 que no aumentamos los impuestos, pero va a haber un aumento adecuado y con sentido común”, definió Zúccaro.
La última vez que subió el ex ABL fue en diciembre del 2003.
“Es una reforma con mucho sentido común, para que no pare la inversión en obra pública”, sostuvo Zúccaro y señaló que la idea es adecuar las tasas locales “a un término medio entre los municipios vecinos”.
En el caso del ABL, Zúccaro sostuvo: “Estoy evaluándolo. Depende mucho de lo que vamos a hacer con la tasa de seguridad. Prefiero esperar, pero si se aumenta, será en valores mínimos”, anticipó.
De todos modos, el eje de la reforma será la creación de la tasa de seguridad, que financie tanto algunos gastos de las comisarías como el funcionamiento de una patrulla municipal que ya funciona y que buscará ampliar.
Los recursos generados por ese tributo serán administrados por “un organismo descentralizado” que, según Zúccaro, “van a ayudar a reforzar más la policía, el mantenimiento de los patrulleros y a tener un distrito seguro en todo su conjunto”.
Todavía no están definidos los montos que se cobrarán por la nueva tasa. “Aquellos que más tienen pagarán más y la clase media estará adecuada. Pero no se van a fijar valores que espanten a la gente”, sostuvo Zúccaro.
Gabinete
Otro de los temas que deberá tratar el nuevo Concejo Deliberante apenas asuman los futuros ediles será un cambio en el organigrama municipal, que podría crear nuevas estructuras administrativa, especialmente en áreas vinculadas con la atención al público y la participación de la juventud.
Los cambios en el organigrama recién se darán a conocer a fines de noviembre, tras el regreso del intendente Humberto Zúccaro de las vacaciones que emprenderá el lunes.