Los gremios rechazan el recorte en los cupos de comedores

Tanto SUTEBA como la FEB se pronunciaron en contra de la medida. Objetan que sean los directivos los que decidan quiénes son los que ya no podrán seguir comiendo en la escuela.

26 de marzo de 2010 - 00:00

“El presupuesto no se arregla con la comida de los chicos”, dice Cánepa.

 

El recorte de entre un 25 y un 27% de los cupos de comedores escolares para una gran cantidad de establecimientos del distrito parece cosa juzgada. Sin embargo, con la noticia llegaron las primeras repercusiones por parte de los directivos y los referentes gremiales. Más allá de la reducción, objetaron el hecho de que en muchos casos deban ser los directivos quienes decidan qué alumnos perderán el servicio.

En conversación con Materia Prima (FM Plaza 92.1), José Urquijo –director de la Escuela 26 y secretario local de la Federación de Educadores Bonaerenses- expresó que “esta baja es muy difícil de aplicar, hay algunas zonas en las que realmente los directores no tienen ningún parámetro como para decidir quién come y quién no, no somos nosotros los que tenemos que determinarlo”.

Además, el docente explicó: “Para esto debería haber un grupo de asistentes sociales que verifiquen las necesidades de los alumnos, no deben hacerlo los directores. Los colegas deberán decidir una cuestión muy difícil, porque ya había un cupo asignado. No quisiera estar en los zapatos de los que deberán hacerlo”.

Urquijo insistió en que “lo nuestro es lo pedagógico, no el tema del comedor, pero hay que salir como los bomberos a apagar situaciones. El docente debe sentarse con sus alumnos y mandar una lista a los directivos, pero piensa ‘quién soy yo para decir quién come’, sin un informe social”. Y agregó: “Compadezco a los consejeros escolares, es una decisión de la Provincia y tienen que cumplir con lo que les mandan”.

Por otra parte, advirtió que con la FEB “lo seguiremos peleando, pero depende de la ayuda que nos den las bases, elevando sus protestas hacia arriba. Hay zonas de Pilar en las que se debería haber aumentado cupos, en lugar de recortarlos. Hay escuelas en las que crece la matrícula todos los días”.

Urquijo agregó que en la Federación “veremos con el gremio cómo salir al frente de esta situación, para no exponer al directivo. Y, como docente, no conozco la profundidad de la situación de cada casa”.

Una de las “ventajas” anunciadas por la Provincia a partir de la reducción de los cupos fue la del aumento en el presupuesto por alumno: 3 pesos en lugar de 2, suma que las escuelas deben administrar para desayuno, almuerzo y merienda. Sobre esto, el directivo comentó que hasta el momento “no sé cuál va a ser el menú. No sé qué es lo que les van a dar, si será algo digno o se le seguirá dando productos de baja calidad, como hasta ahora”.

 

Relevamiento

En la tarde de ayer, los consejeros escolares recibieron a Hugo Cánepa, secretario local del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SUTEBA), quien expresó a El Diario: “Me confirmaron que van a tener una reducción de cupos de un 27%, aproximadamente. El detalle nos lo darán más adelante, pero como sindicato ya nos anticipamos en contra de esta reducción: si hay problemas presupuestarios no queremos que se metan con la comida de los chicos”.

Al igual que Urquijo, criticó que “los que vayan a tener la tarea de decirles a los chicos que ya no comen en la escuela serán los directivos, agregándole una carga psicológica mayor a los docentes”.

A su vez, Cánepa adelantó que en la reunión “propuse que se trataran los cupos de cada una de las escuelas, en un trabajo en el que participen no sólo directivos y consejeros escolares, sino también organizaciones sociales de los barrios, y que así se determine cuáles son las prioridades de cada una de las escuelas y cuántos de los chicos realmente necesitan comer”.

 

 

En el centro, sin merienda

El recorte impuesto por el Ministerio de Desarrollo Social no incluyó al servicio de merienda reforzada, conocido comúnmente como “copa de leche”. No obstante, este es un beneficio con el que no todas las escuelas pueden contar, tal como sucede en las primarias ubicadas en el centro de Pilar. Desde la Escuela 26, José Urquijo opinó que la merienda “se debería dar en todas las escuelas. Nosotros recibimos chicos de los barrios periféricos, que vienen en colectivo, hasta de Manzanares o Fátima. Incluso los secundarios también deberían tener su copa de leche”.

 

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