EN PANAMERICANA

Arresto domiciliario al arquitecto que atropelló y mató a su empleado

Juan Pablo Sbarbati embistió a Edgar Nava. La Justicia sigue investigando si fue un accidente o hubo intencionalidad. No se comprobó que tuvieran mala relación.

Por Redacción Pilar a Diario 4 de julio de 2018 - 00:00

La Justicia determinó la prisión domiciliaria para el arquitecto Juan Pablo Sbarbati (49), quien fuera detenido el pasado 22 de mayo, un día después de atropellar y matar a Edgar Nava a la altura del kilómetro 45,500 de Panamericana, para luego darse a la fuga.
Cabe recordar que lo más llamativo del caso es que Sbarbati y Nava tenían una relación laboral, ya que la víctima fatal –de 58 años- era un yesero oriundo de Laferrere que realizaba trabajos para el arquitecto. Ese dato es el que más desvela a los investigadores, quienes tratan de determinar si se trató de un accidente o si hubo alguna intencionalidad.
Por lo pronto, en los últimos días se decidió que Sbarbati siga detenido “con prisión preventiva morigerada en el domicilio, en orden al delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente de un vehículo”, tal como explicó a El Diario el titular del Juzgado de Garantías Nº7 de Pilar, Walter Saettone. En la casa del imputado se está implementando un sistema de monitoreo controlado por el Juzgado.

¿Accidente?
Mientras tanto, el caso sigue en la etapa de investigación, pero el panorama no sería tan sencillo: fuentes consultadas por El Diario indicaron que la Fiscalía (se ocupa la UFI Nº1, a cargo de Raúl Casal) reafirmaría por el momento la hipótesis del homicidio culposo, es decir, que el arquitecto no habría tenido intención de matar a Nava.
En este sentido, de lo investigado hasta el momento surgió que entre ellos tenían buena relación, sin poder probarse que hayan existido peleas o discusiones previas. Además, no hubo comunicaciones telefónicas en los minutos anteriores al hecho, por lo que nadie se atreve a afirmar que Sbarbati tuvo intención de atropellar al yesero.

Fatal
El hecho ocurrió el pasado 21 de mayo, por la tarde. Por razones que aún no han sido dilucidadas, Nava circulaba por Panamericana con sentido a Pilar a bordo de un Renault Sandero, cuando a la altura del kilómetro 45,500 se bajó de su auto sobre la mano lenta, siendo atropellado por Sbarbati, quien viajaba en un Honda Civic.
El hombre fue despedido varios metros más adelante, y producto de la gravedad de las heridas falleció esa misma tarde en el Hospital Juan C. Sanguinetti. El arquitecto, por su parte, no se detuvo en ningún momento y siguió camino hasta el colegio St. John’s, ubicado a la altura del kilómetro 49, donde pasó a buscar a uno de sus hijos, para luego ir a su casa, ubicada en el country Los Quinchos, de la localidad de Fátima.
Sbarbati fue detenido al otro día, y su auto aún estaba dañado: presentaba abolladuras en el costado derecho y le faltaba el espejo retrovisor de ese mismo lado.
Al declarar ante el fiscal de la causa, aseguró que “nunca vio a una persona” y que pensó que había impactado contra el espejo de otro auto, alegando que por esa razón no frenó y siguió hacia el colegio de su hijo. 

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