Un joven de 22 años, que tenía una orden de captura por liderar una banda narco, fue detenido por la policía, al ser interceptado casualmente por un operativo de control de seguiridad.
Desde noviembre del año pasado, era buscado por reclutar a menores para que actuaran como “soldaditos” en el barrio Agustoni, donde operaba y vivía.
Horas después de la detención del narco, una familiar se presentó en la comisaría con la intención de sobornar a la policía para para obtener la liberación del sujeto, por lo que también quedó detenida.
La detención se produjo el domingo por la mañana, en el marco de un control policial llevado a cabo en ese barrio y en el que participaron efectivos del Destacamento Agustoni; del CPP; de la Guardia Urbana y de la Policía Local.
En plena recorrida un grupo de efectivos interceptaron en la esquina de Perú y Ensenada a un individuo que puso una férrea resistencia a ser identificado.
Minutos después, a través del cruce de datos con la Estación de Radio San Miguel, se supo que se trataba de Gustavo Fernández Sanabria, de 22 años de edad, y que sobre él pesaba una orden de captura del 8 de noviembre de 2017.
La detención había sido ordenada por la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil, de Pilar, a cargo de Paula Romeo.
Es que la causa que llevó hasta Fernández Sanabria se había iniciado a raíz de la aprehensión de menores de entre 14 y 17 años, que habrían sido reclutados por el ahora preso para operar en su red de venta de droga al menudeo.
Actualmente, los menores se encuentran alojados en centros de rehabilitación.
“Con estos procedimientos se empezó a desbaratar la venta de drogas en Agustoni -señaló la fiscal Romeo a El Diario-, uno de sus problemas más graves. Por la droga, el nivel de violencia de los pibes ha ido en aumento”.
Y agregó: “Es bueno que sucedan estas cosas y se den a conocer, para que la gente no dude y tenga confianza en denunciar”.