Antonio Ramos, un vecino del barrio Villa Alpina II, de Pilar, fue asaltado ayer por la noche por tres delincuentes que lo sorprendieron mientras iba caminando a un kiosco, ubicado a escasas cuadras de su vivienda. El episodio tuvo lugar pasadas las 22 y los malvivientes gatillaron dos veces en la cabeza de la víctima, aunque las balas no salieron. Luego, huyeron con un par de zapatillas y $25.
En diálogo con Materia Prima (FM Plaza 92,1 Mhz), el hombre contó cómo se desarrolló el hecho que, sin dudas, podría haberle costado la vida.
“Salí de mi casa para ir a comprar a un kiosco que está cerca, cuando vi a tres chicos de unos 18 años que estaban con una pelota de fútbol. Como ahí cerca hay una cancha, pensé que estarían volviendo de jugar, hasta que me preguntaron la hora”, comenzó el relato.
Al principio, Ramos pensó que estaban haciendo una broma pero, de repente, uno de los delincuentes lo tomó por la espalda mientras que otro le apuntó con un arma. Después de amenazarlo, le exigieron “que les diera todo”, pero como iba al kiosco, la víctima no tenía nada encima, más que poco dinero para comprar.
“Querían un teléfono, como les dije que no tenía nada me gatillaron dos veces en la cabeza. Todavía no sé si no tenía balas o simplemente se trabó el cartucho”, continuó el vecino de Villa Alpina, que aún se encuentra consternado por la situación que le tocó vivir.
Finalmente los ladrones huyeron con un par de zapatillas y $25 y, aunque a los 15 minutos del robo apareció la policía, no pudieron hallar a los delincuentes. “Avisé a un patrullero que pasó por ahí y salieron a buscarlos pero ya era tarde. Y seguro van a hacer la misma payasada de siempre, una semana pasan y después ya se olvidan”, agregó.
“Es cierto que lo material va y viene. Pero la verdad es que trabajo de camionero, estoy siempre por todos lados y nunca me robaron. Me viene a pasar justo a dos cuadras de mi casa”, cerró el hombre, con indignación.
Paradoja
Dos días atrás, el intendente Nicolás Ducoté había entregado botones antipánico a los vecinos de Villa Alpina II, uno de los barrios más azotados por la delincuencia.