El sindicado líder narco colombiano Henry de Jesús López Londoño, alias Mi Sangre, detenido en Argentina desde 2012, iba a ser presuntamente rescatado del penal de Ezeiza por un grupo comando tras un ataque planificado a fin de evitar su extradición a Estados Unidos.
Fuentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) informaron que la situación se descubrió ayer a las 14 luego de que se detectara que la abogada de López Londoño (45), María Gabriela Ricagno, pretendía ingresar a la cárcel con un plano detallado de los terrenos del penal de Ezeiza.
En el mapa, también figuraban la ubicación detallada de comisarías y otras dependencias policiales próximas a la cárcel, así como los barrios aledaños hasta el partido de Esteban Echeverría y una posible línea de escape trazada en rojo hacia Cañuelas.
Ante esta situación, la abogada fue demorada y recién liberada a las 21 y se dio intervención al juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena y a todas las fuerzas de seguridad para que estuvieran alerta.
El magistrado ordenó que se revisara la celda de López Londoño y allí se hallaron numerosas fotocopias de expedientes y dentro de ellas, en un hueco, un teléfono celular Iphone, dos chips y un módem portátil.
Una fuente explicó que López Londoño, que es un interno "de alto riesgo”, sólo estaba autorizado a tener una laptop pero sin conexión a Internet, lo cual pudo haber logrado a través del módem.
El presunto narco también guardaba un centenar de discos compactos que al ser revisados tenían grabados videos del espacio aéreo del penal, lo que -sumado a los elementos anteriores- hace creer a los investigadores que iba a ser rescatado por un grupo comando, por ejemplo, utilizando un helicóptero.