LA COLUMNA DEL PADRE SAYU

Consejos para protegerse del sol

Por Redacción Pilar a Diario 26 de noviembre de 2017 - 01:55

Una buena salud integral es lo que Dios desea de nosotros (Juan 10, 10)

La siguiente entrevista se la he realizado a la doctora Maricel Bissio. 
-¿Qué es el golpe de calor?
- Es el aumento de temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer actividad física en ambientes calurosos o con poca ventilación. Los síntomas característicos son:
mucha sed y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39° y piel seca. Sudoración excesiva y sensación de calor sofocante. Cansancio. Mareos y vértigo.
-¿Qué pasa con los bebés?
- Los bebés además pueden presentar piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal e irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).

- ¿y las embarazadas?
Es importante recordar que las embarazadas, los bebés y niños pequeños, las personas mayores de 65 años y quienes padecen enfermedades crónicas son los grupos que pueden resultar más afectados. 
-¿Cómo debemos cuidar la alimentación?
- Durante el verano, con las altas temperaturas, aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades. Especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, son más propensos a sufrir cuadros como intoxicaciones, diarreas y deshidratación. Alimentate de manera variada, priorizando el consumo de alimentos frescos o crudos (bien lavados), como verduras y frutas de estación, que son ricas en agua, vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Lo ideal es comer cinco porciones diariamente, entre frutas y verduras. Evitá tomar bebidas alcohólicas o muy dulces, infusiones calientes y alimentos con elevado contenido de grasas, azúcar y sal (gaseosas, aguas saborizadas, jugos con azúcar, productos de copetín, snacks, helados, galletitas y productos de panadería, entre otros). ¡Tomá mucha agua!
-¿Cómo evitamos la deshidratación?
- Tomá más líquido del habitual (8 vasos de agua segura a diario). Evitá las bebidas azucaradas y el alcohol. Llevá una botella de agua. No esperes a tener sed para hidratarte. Serví agua para acompañar todas las comidas y tené siempre disponible una jarra en la mesa. Ofrecele agua frecuentemente a tus hijos y a los adultos mayores. Una buena opción para hidratarte son los licuados con agua segura y hielo, jugos exprimidos, preferentemente con frutas de estación y sin agregado de azúcar. Es muy importante que pongas especial cuidado en el manejo y consumo de los alimentos, respetes la cadena de frío y evites la exposición de los productos al calor. De esta manera los alimentos no se deterioran y prevenís enfermedades e intoxicaciones. 

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