1803. El Virrey Basabilbaso aprueba la construcción de la nueva iglesia, de acuerdo con el dictamen de la Junta de Hacienda. Pasa la correspondiente ordenanza al alcalde para que se demarque el lugar en el que habrán de instalar el templo, la sacristía, el cementerio (donde hoy está el Banco Provincia), la casa parroquial, la plaza y el resto de los edificios del pueblo. El pedido se había hecho el 8 de octubre de 1797 por un grupo de vecinos con la intención de trasladar la parroquia a una zona más elevada, ya que la que se encontraba en el poblado (Pilar Viejo) estaba en un “bajío pantanoso”.