Correo de Lectores

10 de agosto de 2011 - 00:00

 

El valor de la palabra    

 

Sr. Director:

Me dirijo por este medio al Dr. Humberto Zúccaro. El domingo, al abrir el diario, me encontré con un volante partidario y al leerlo grande fue mi sorpresa al ver las supuestas obras realizadas. Ejemplo, las 5.000 cuadras de asfalto de las cuales en mi barrio La Cautiva no hay ni siquiera una entrada y salida del mismo.

¿Dónde está el asfalto prometido al barrio La Esperanza que tengo información que fueron a Villa Rosa? ¿Tal vez porque no junta entre los dos barrios los votos que quiere? Usted Sr. Zúccaro, personalmente en un acto en el Club Presidente Derqui me dijo textualmente: “tenías razón con tu carta y te prometo el asfalto para el barrio”. Claro, eran las elecciones de 2009 y seguimos esperando que cumpla su palabra.

Como la realización de la plaza para lo cual le presenté dos proyectos hace dos años y seguimos esperando. Los mismos fueron presentados en su oficina. Se tenía que encargar, la Srta. Natalia Aranzasti, lo mismo que el pedido del arreglo de las calles, el Sr. Bertachini, y jamás tuvimos respuesta.

Lo que sí nos llegan son los impuestos los cuales en el barrio no se ven reflejados. Encima con las boletas llegan intimaciones de tomar acciones. Me pregunto, y nos reímos, qué acciones le tendríamos que hacer a usted por falta de ejecución, desidia, omisión, etc. (¿Falta a sus deberes de funcionario público?

Con respecto a la campaña sucia que usted mismo minimiza, no es verdad que predica la no violencia, sino no hubiese reaccionado con violencia queriendo pegarle a un ciudadano porque en un acto (lleno de sus militantes, empleados municipales y de las cooperativas), el señor le reclamó asfalto para un hijo discapacitado.

Es violencia que su gente, en especial la Agrupación 17 de Octubre, manejada por José Molina, le había quebrado un brazo a una señora de la Agrupación Miles, eso es violencia.

Usted dijo: “uno tiene que hacerse responsable de la gente que conduce y me hago cargo”, pero los hechos reiterados muestran otra realidad. Usted falta a la verdad. Usted dijo: “lamentablemente no todos están a la altura de las circunstancias”. Usted, Sr. intendente, tampoco.

Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras. Los ciudadanos de Pilar deseamos y merecemos ser habitantes de una comuna más justa, con mejor distribución de la riqueza, más desarrollo y que nos respeten y no mientan descaradamente. Porque sin la gente para la que usted tiene que gestionar, los políticos y quienes los secundan no son nada. Deseamos ser protagonistas no sólo en las elecciones y opinar sin temor y con libertad. Sepa el pueblo votar.

 

Hebe Nancy Morando, DNI 10.704.894

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