por Víctor Ejgiel
Con los chicos no se juega, esa sea tal vez la mejor recomendación para todos aquellos manipuladores que intentan dirigir todo este supuesto reclamo con los colegios en Capital Federal. Hay cosas que hay que entender, hay cosas que no tienen dos formas de interpretarse y las obligaciones de los alumnos en las aulas son las de aprender, nunca pueden cerrar una escuela, están contraponiendo actitudes con leyes nacionales que dictan la obligatoriedad de la apertura de las mismas. No se pueden reclamar reparaciones cercenando la posibilidad de quienes no lo quieren hacer, esta actitud autoritaria es la misma contra la que tuvimos que enfrentarnos unos 30 años atrás. Las decisiones deben venir de los consensos, de los instalados consejos de convivencia donde todos los representantes educativos están contemplados y donde la decisión será en todo caso democrática.
Pero parece que esta forma de hacer las cosas tiene escuela, no son sólo los chicos, perdón sigo sosteniendo que son sólo algunos chicos manipulados por otros adultos que no parecen serlo, tienen esa costumbre de obligarnos a tomar parte negándonos la posibilidad de oponernos. Vemos últimamente cómo el gremio amigo del Gobierno nacional, el de los camioneros, tapa las salidas de algunas fábricas reclamando controles de la misma sobre servicios tercerizados, cosa que no existe en ningún otro país, ni en ninguna vuelta legal, es sólo la ambición por este gremio de seguir cobrando su descuento gremial que por supuesto sirve para incrementar los campos de un jefe que no recuerdo haberlo visto manejando un camión. Esta forma fue la indicada o la soplada a algunos chicos para llevar a cabo y generar un conflicto que tiene un tono más político que real. Es realmente asombroso que haya que explicarle a chicos estudiantes de colegios secundarios, cuáles son las labores edilicias arquitectónicas a realizar en sus aulas, qué pueden saber ellos de formas y tiempos de realización, es inusual que un ministro tenga que explicar a unos niños lo que sí debería explicar a los adultos padres de ellos que son los encargados de reclamar su gestión y apoyar o no la misma a través del voto. Es explicativo del conflicto encontrar banderas políticas en cada toma, encontrar otros jóvenes no estudiantes del edificio tomado que están allí para “apoyar” esta actitud, esos infiltrados son quienes llenan la cabeza de otros haciendo creer que estas actitudes apoyan sus reclamos, cuando, si se realizaran verdaderos plebiscitos encontraríamos un escaso apoyo a esto.
Pero esta guerra política en la que el oficialismo y la oposición han ingresado, nos va a mostrar caras cada vez más duras, nos espera un año de alta carga de injusticias, tanto para unos como para otros, pero como parece que las leyes no tienen importancia para quienes deben hacerlas cumplir, los ciudadanos vamos a encontrarnos con calles cortadas, faltas de mercadería, aumentos de precios, y tantas otras complicaciones ligadas a reclamos de unos que tendrán como esclavos a otros.
En las escuelas de la Provincia de Buenos Aires muchos sufrimos dando clases en espacios no aptos para hacerlo, con materiales que muchas veces compramos los mismos docentes, con frío en invierno, con calor en verano y con aulas que hasta a veces están a varios kilómetros unas de otras, porque algunas escuelas tienen anexos muy lejos de su sede. Con este reclamo permanente, con sueldos docentes que lograron el más pobre de los aumentos de todos los gremios existentes, gracias a sindicalistas “amigados” con el oficialismo, sin embargo las escuelas están abiertas, quienes creemos que la única forma de cambiar esto es con educación seguiremos buscando la forma de seguir abriendo las puertas para encontrar la verdadera solución a estos desastres, educación. n