Inundaciones: en Derqui, los problemas vienen de años

Una treintena de vecinos de Derqui permanece evacuado.

23 de febrero de 2010 - 00:00

Desde hace días la persistente lluvia cae pesadamente expulsando a muchas personas de humildes hogares, y Presidente Derqui no es la excepción porque hasta ayer eran 31, 10 adultos y 21 chicos, los evacuados y ubicados en aulas de la Escuela Nº 11.

La mayoría son de barrio El Bajo, donde las inundaciones son moneda corriente. Hace dos meses el concejal oficialista y subdelegado municipal, Alberto Zapata había advertido: “Acá hay que hacer un buen trabajo hidráulico, yo era chico y ya se inundaba el canal Monterrey, esto nos superó completamente”.

Es que ahora directamente el canal colapsa al recibir agua de todas las vertientes locales y hasta de una proveniente de José C. Paz. Y en El Bajo es donde más repercute porque el paso ubicado debajo de las vías del San Martín es demasiado chico para el gran caudal, y del otro lado están los denominados Campos de Gómez por los que hay un cauce que conduce el agua hacia otro paso debajo de la ruta 234, y desde allí al Monterrey.

Pero este paso generalmente acumula residuos o es muy estrecho y, sumado al que está bajo las vías con forma de “S”, todo se conjuga para que las lluvias se estacionen o reboten por largas horas inundando ese barrio.

Desde Obras Públicas del Municipio no se conoce, al menos, un estudio sólido para terminar con ese flagelo de décadas. Entonces Zapata debe lidiar con la únicas opciones para paliar el problema: ensanchar y sacar la basura de las zanjas que llevan el agua hacia al paso bajo de las vías, ubicado sobre Suiza y Caseros, y buscar un acuerdo con las propietarias de los campos para ingresar con máquinas pesadas y dragar el cauce.

Lo primero es factible, y ayer no sólo se trabajó en las cunetas sino que con una retroexcavadora se sacaron dos grandes caños de cemento que estaban justamente en ese punto neurálgico, y que años atrás hizo colocar la cooperativa telefónica derquina. “Desconozco para qué los pusieron, supongo que para canalizar mejor las lluvias, pero la realidad indica que entorpecen todo aún más”, dijo el concejal mientras observaba el retiro.

Pero lo segundo es más complejo porque las dueñas de los Campos de Gómez sólo aceptan su dragado, y no su ensanche pese a que sólo mide escasos dos metros de ancho. Al respecto hay una polémica porque si bien se trata de un predio privado, a su vez sería un cauce natural.

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