Así habían vaticinado los medios de Prensa Nacionales, en los años 90: “Pilar: San Isidro del año 2000”, “Pilar un lugar seguro”, “La Ciudad del Futuro”, etc.; y no me quejo, porque sigue siendo un lugar de más interesante y deseado para habitar en él.
Pero no por eso puedo dejar de observar y vivir hechos delictivos a diario, obras públicas escasas o de mala calidad, establecimientos educativos que no alcanzan, sistema de salud pública y privada colapsados, y una lista interminable de reclamos vecinales.
Porque aunque no nos guste esta realidad, la sufrimos como cada región de nuestra querida Argentina, la sistemática degradación de las instituciones y la escandalosa corrupción enquistada en la política argentina y Pilar también.
Por esto me pregunto, ¿dónde quedaron esas promesas que tuvimos los nacidos y los venidos a Pilar, en época de esplendor?, y me respondo: puede ser en el Km. 50, los countries, barrios privados, centros comerciales, hipermercados, hoteles de 4 o 5 estrellas. Y en buena hora que han llegado, para hacer su aporte al crecimiento y desarrollo de esta maravillosa ciudad.
Pero cuando estas grandes inversiones de capitales llegaron al distrito por supuesto tuvieron en cuenta la increíble posición geográfica, su maravilloso paisaje natural, por ende el aumento demográfico poblacional, sobre todo de sectores medios y altos de la sociedad, como también el polo industrial más grande de Sudamérica, etc.
Pero hoy podemos decir que no condice con la realidad de las distintas localidades del distrito, como la pobreza escondida, la falta de pequeñas obras, como por ejemplo, veredas para que la gente no tenga que ponerse bolsas de residuos en los pies y así poder llegar sin barro al trabajo o los alumnos a la escuela.
¿Pero ni hablar de planificación urbana entonces? Y ahora entran en juego las causas de este mal que tenemos los argentinos y los pilarenses también. Como cuando mencionamos una palabra prohibida, que nos enseñaron a decirla pero no a ejecutarla, y esa palabra es… política.
Entonces si queremos un Pilar soñado, debemos planificarlo y administrarlo como corresponde. Los recursos sobran en este distrito rico y poderoso, como también la inoperancia y la desidia contagiadas por el vicio de la corrupción. Por eso deben actuar de una vez por todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y dedicarle un tiempito a nuestro querido terruño, comprometiéndose en algo que los filósofos griegos sostenían que todos los ciudadanos debían comprometerse con la Polis (ciudad), reivindicando así a la más noble y transcendente de las palabras “POLITICA”.
* Presidente del Partido Popular de la Reconstrucción Distrito Pilar.
