Los grandes genios de nuestra historia han aportado con diferentes ideas e inventos a la humanidad. También con excéntricos hábitos o manías que no dejan de llamar la atención.
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SUSCRIBITELos grandes genios de nuestra historia han aportado con diferentes ideas e inventos a la humanidad. También con excéntricos hábitos o manías que no dejan de llamar la atención.
En esta columna te compartimos algunos alguno de ellos.
EL PEINE DE DICKENS
Uno de los escritores más importantes de la literatura inglesa y universal, Charles Dickens, no podía soportar que un pelo de su cabeza estuviera fuera de lugar por lo que dicen que siempre llevaba un peine, que podía pasárselo por la cabeza cientos de veces al día.
LOS BAÑOS DE FRANKLIN
Benjamín Franklin tenía una manía muy peculiar. El inventor del pararrayos creía que el aire frío era especialmente bueno para su organismo, así que, por las mañanas al levantarse leía o escribía desnudo durante media o una hora en función de la estación del año que transcurría, tal y como relató en una de sus cartas.
EL SUEÑO Y LA SOPA DE EDISON
A Thomas Alva Edison no le gustaba dormir por lo que cuando estaba en una gran racha de inspiración, simplemente decidía no hacerlo. A veces llegaba a permanecer despierto por más de 72 horas. Para contrarrestar la falta de sueño y poder seguir trabajando, tomaba siestas cortas, de las que despertaba revigorizado y alerta.
Además de creer que dormir era una pérdida de tiempo, Edison tenía un método muy curioso para contratar. Cuando realizaba el proceso para conseguir un nuevo asistente, el prolífico inventor les invitaba un plato de sopa. Si le echaban sal antes de probarla, no los contrataba: no quería gente en su equipo que diera por hecho que no tenía el aderezo necesario y que, por lo tanto, dieran también otras cosas por hecho.
DALI DORMÍA CON UNA LLAVE
El pintor español Salvador Dalí creía muchísimo en las siestas reparadoras. Pero para que estas fueran efectivas, tenían que ser cortas. Sentado en una silla, el pintor sostenía una llave de metal en sus manos mientras que en sus piernas dejaba un plato de metal. En el momento en que comenzaba a conciliar el sueño, la llave se deslizaba de sus dedos y caía ruidosamente en el plato, despertándolo de los pocos segundos en que había perdido el conocimiento.
STRAVINSKY SE PARABA DE CABEZA
El compositor ruso-norteamericano, Igor Stravinsky, conocido por sus ballets, comenzaba todos los días parándose sobre su cabeza, para "despejar el cerebro". Resulta que hacer esta posición tiene diferentes beneficios asociados a la circulación sanguínea. No por nada es una posición habitual de quienes practican yoga, ya que mejora la función cerebral y el estado de ánimo, y también aumenta la fuerza superior del cuerpo.
BALZAC ERA ADICTO AL CAFÉ
El novelista y dramaturgo francés Honoré de Balzac tomaba café prácticamente todo el día. Para estimular su escritura tomaba una taza de café fuerte con el estómago vacío. Se dice que tomaba cerca de 50 tazas al día.
¡TODOS TENEMOS RAREZAS O MANÍAS!
Piotr Ilich Tchaikovsky, el famoso compositor de “El Cascanueces” y “El Lago de los Cisnes”, tenía que caminar todos los días dos horas sin excepción alguna, sino pensaba que un terrible accidente podía pasarle, o podría ser víctima de la peor de las suertes.
La escritora británica Agatha Christie no tenía un escritorio donde escribir. Cuando los fotógrafos y periodistas insisten en tomarle una foto en su escritorio, como es usual entre escritores, ella asegura que escribo sobre su regazo, en la cama o simplemente sentada en una silla.
El inventor de los ya extintos disquetes y dueño de más de 3.000 patentes, Yoshiro Nakamatsu, tiene una rara técnica para aflorar la creatividad: la cercanía con la muerte. El aseguró que se hunde bajo el agua para obtener nuevas ideas y no sale a la superficie hasta que se inspire.
¿CUÁLES SON NUESTRAS RAREZAS Y MANÍAS?