Día de la Independencia

Mujeres de la Independencia, una historia silenciada

Por Redacción Pilar a Diario 9 de julio de 2022 - 09:30

Este 9 de julio, celebramos un nuevo cumpleaños de la Independencia de nuestra patria. Una vez más repasamos aquel día de 1816 donde el Congreso de Tucumán aprobó la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América del rey Fernando VII, sus sucesores, metrópoli y de toda otra dominación extranjera. 

El repaso no sería honesto sin la inclusión de las mujeres durante ese proceso histórico. Por esa razón, es necesario recuperar sus voces acciones y derroteros para construir una idea de la independencia más verdadera.

 

Un homenaje ante el silencio del anonimato

Cuando se recuerda la guerra por la independencia nos imaginamos campos de batalla poblados de hombres. Sin embargo, miles de mujeres asumieron diferentes roles en la gesta libertadora. Fueron espías, enfermeras, soldados, lavanderas o cocineras. Desde sus lugares hicieron propios los desafíos de su tiempo y contribuyeron de manera fundamental en la causa por la independencia. La liberación jamás habría sido alcanzada sin ellas.

 

Historias de mujeres valientes

De cara al 9 de julio, en esta columna recuperamos las luchas de alguna de ellas.

MARÍA REMEDIOS DEL VALLE, quien comenzó a luchar en las guerras de la Independencia desde que se formó el primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810. Su primera participación fue en la Expedición del Alto Perú junto a su marido y a sus dos hijos. Ella, como muchas otras mujeres, acompañó a la tropa alimentando a los soldados, curando heridos y también peleando con ellos. Por su inigualable contribución a los ideales de libertad el general Gregorio Aráoz de Lamadrid no dudó en decir que esta mujer merecía ser nombrada como "la Madre de La Patria".

María luchó en las batallas más resonantes por la independencia, combatió en Huaqui, estuvo junto a Belgrano -quien la nombró capitana- en los triunfos de Tucumán y Salta y en las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma.

JUANA AZURDUY DE PADILLA, comandaba tropas en las fuerzas patriotas. Nació en Chuquisaca, en lo que actualmente es Bolivia, el 8 de marzo de 1781. Era descendiente de una familia mestiza. Juana fue una gran colaboradora de Martín Miguel de Güemes, integrante del Ejército del Norte. Combatió embarazada de su última hija. Belgrano quedó deslumbrado por sus acciones y le obsequió su sable en reconocimiento a su fuerza, coraje y voluntad revolucionaria. Fue investida del grado de teniente coronel con el uso de uniforme, algo inusual para una mujer de esa época. Fue una heroína de la independencia del Alto Perú, lo que hoy es actualmente Bolivia.

MARÍA MAGDALENA DÁMASE GUEMES DE TEJEDA, MACACHA. Con una madre descendiente de conquistadores y un padre funcionario de la Corona española, hermana del conocido caudillo Martín Miguel de Güemes, formaba parte del exclusivo círculo de la élite salteña. Las fuentes históricas coinciden en destacar la unión de los hermanos, desde la infancia y por el resto de sus vidas. Juntos se involucraron en la gesta de la independencia. Los "infernales" de Güemes eran el ejército de gauchos que los hermanos organizaron y sumaron a la causa.

María cosió uniformes para la tropa patriota, realizó arriesgadas tareas de espionaje y fue admirada y respetada por sus opositores. Fue muy querida por el pueblo. Debido a la generosidad con que ayudaba a los necesitados la llamaban “Mamita de los pobres”. Ella lideraba una red de informantes (espías) que actuaba en Salta, Jujuy y Tarija, aportando datos fundamentales para controlar al enemigo.

Cuando, en 1815, Martín de Güemes fue elegido, por voluntad popular, gobernador de Salta, ella se convirtió en el verdadero ministro de su hermano, intervenía en los actos públicos, en los asuntos de guerra, montando a caballo y arengando a las tropas. En 1816, ante el posible enfrentamiento entre José Rondeau y su hermano actuó como mediadora.

MARIA LORETO SÁNCHEZ DE PEÓN DE FRÍAS fue una espía, valiente e ingeniosa. En Salta, ayudada por sus hijos pequeños y sus criados espiaba al enemigo realista e informaba a los patriotas. Para sus comunicaciones, utilizaba un hueco practicado en un árbol a orillas del río Arias, donde sus criadas que acudían al río con la excusa del lavado de la ropa, depositaban los mensajes y retiraban instrucciones. Efectuó también numerosos viajes a Orán y Jujuy llevando ocultos los papeles de comunicaciones en el ruedo de su pollera.

 

PANCHA HERNÁNDEZ, era una mujer puntana, que estaba casada con el sargento Hernández. Fue una de las cuatro mujeres a quién San Martín concedió autorización para que acompañara a su esposo. Fue parte del Ejército Libertador, vestida de uniforme militar, armada de sable y pistolas como era su costumbre en los combates en que estaba su marido, peleando a la par de él como un soldado más.

JUANA MANUELA GORRITTI desde las letras y el debate se abre camino, toma la palabra y empuña la pluma. Publica su propia obra, desarrolla proyectos editoriales junto a otras mujeres y es reconocida por su labor. Interviene en los debates de su época reclamando un lugar como escritora, pero también como mujer y sudamericana.

Juana nació en Rosario de la Frontera, provincia de Salta. No hay acuerdo sobre la fecha precisa del nacimiento: algunos historiadores la sitúan el 15 de junio de 1816, otros el mismo día, pero del año 1818. Formó parte de una familia que fue protagonista en las luchas por la Independencia: era hija de José Ignacio Gorriti, representante por Salta en el Congreso de Tucumán (1816) y luego gobernador de esta provincia. También lo fue su tío, Juan Ignacio Gorriti, que a la vez había representado a Salta en la Junta Grande, en 1811. Su familia mantuvo, además, estrechos vínculos políticos con Martín de Güemes.

Ella generó diversas iniciativas que habilitaron nuevos espacios para las mujeres. En Lima y en Buenos Aires organizó tertulias en las que invitaba a las mujeres a ilustrarse y a escribir. Aceptaba e incluso fomentaba que las mujeres asistieran a estos sitios con sus hijos e hijas. Se encargó de promover un público lector femenino y editó revistas junto a otras mujeres. Escribió relatos sobre mujeres destacadas en la historia argentina y sudamericana, como el caso de Camila O’Gorman y el de Juana Azurduy.

En sus textos literarios las mujeres ganan protagonismo, y no sólo las que formaban parte de las familias patricias sino también de los pueblos originarios.

MARIQUITA SÁNCHEZ DE THOMSON Y FLORA DE AZCUÉNAGA, mujeres que ofrecieron sus viviendas para reuniones donde se discutían los rumbos del proceso revolucionario.  

Por otra parte, las logias masónicas fueron espacios que pudieron contar con la presencia de mujeres como MARÍA REMEDIOS DE ESCALADA, quien siendo muy joven se casó con el Gral. San Martín, al cual acompañó y colaboró activamente en las tareas de organización del Ejército de los Andes para liberar a Chile y Perú. Fue ella quien promovió la entrega de las joyas personales, gesto en el que la acompañaron las damas mendocinas el 10 de octubre de 1815, para contribuir al equipamiento de las fuerzas. También confeccionó junto a otras mujeres una bandera para el Ejército de los Andes, solicitada por San Martín.

Este es un respetuoso y emocionado homenaje a todas las mujeres que forjaron nuestra Independencia. Hemos tratado de recordar solamente algunas, pero hay muchas más que ayudaron a generales como San Martín, Belgrano y Güemes que permanecen anónimas. Fueron mujeres criollas, mestizas, indígenas, y afro descendientes que han aportado su valentía al proceso independentista.

Su recuerdo perdurará si las evocamos por lo que fueron: Abanderadas del Patriotismo y de la Independencia.

 

 

 

 

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