La mítica confitería del Molino cumple 106 años y reabre sus puertas

Por Redacción Pilar a Diario 9 de julio de 2022 - 09:30

La histórica confitería del Molino, ubicado en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso Nacional, cumple 106 años.  Cerrada definitivamente desde 1997, vuelve a abrir sus puertas el 8 de julio. Habrá disponibles 8.000 cupos para poder visitarlo que podrán adquirirse a través de la página web del lugar.

La visita permitirá recorrer todo el edificio, pasando por los subsuelos, la planta baja -donde está la confitería-, los salones y la cúpula. Además, la construcción -que aún sigue en remodelación- posee objetos históricos que estarán en exposición y música en vivo, tal como en la última visita que se realizó en el año 2019. El tour dura alrededor de 40 minutos y habrá 8 turnos disponibles desde las 12 hasta las 19 horas, el ingreso será por avenida Callao 32. 

Actualmente, el edificio se encuentra en proceso de recuperación, en el que trabajan 40 restauradores multidisciplinarios. Se trata de especialistas de la reparación que tienen la misión de recuperar el ícono porteño obra del arquitecto italiano Francisco Gianotti.

Cerró sus puertas en 1997, la última titular de la sociedad fue la familia Roccatagliata. Dos años después fue declarado Monumento Histórico Nacional y en 2014 el Congreso sanciona la ley de expropiación que establece que se transfiera al Congreso.

En el año 2018, cuando la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación se hizo cargo del edificio y comenzó la restauración, este se encontraba completamente destruido y olvidado. Apenas conservaba referencias del Art Noveau con el que había sido concebido por los pasteleros Constantino Rossi y Cayetano Brenna.

 

Un glamoroso edificio que alberga muchas historias.

Durante el golpe de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen, queman la planta baja de la Confitería del Molino porque desde adentro militantes radicales se enfrentaron con los militares.

Fue sede de toda clase de tertulias. Carlos Gardel iba siempre, como buen burrero, un día le pidió al pastelero que hiciera un postre en homenaje al jockey Irineo Leguisamo y así fue que al postre lo bautizaron Leguisamo

Lisandro de La Torre era un habitué. Muchos le decían a la confitería “la tercera cámara” porque ahí se hacía la previa de los debates del Congreso. Cuentan que Alfredo Palacios siempre se olvidaba su sombrero y volvía luego de las sesiones para tomarse un cognac.

Los peronistas siempre tuvieron una relación especial con la Confitería del Molino. Juan Domingo Perón tenía un vínculo muy especial con los empleados de la confitería. Hay muchas cartas que les mandaba desde el exilio. Muchos recuerdan el acuerdo de la Confitería Del Molino en 1994, que juntó entre otros a Carlos "Chacho" Alvarez, José Octavio Bordón y Fredy Storani.

Todos visitaban al Molino, desde Arturo Illia que iba caminando desde la Casa Rosada para tomar su café, hasta Niní Marshall que era infaltable. Una de las historias más recordadas, fue el día en el que Norma Plá lo increpó a Aldo Rico desde la vidriera, el 8 de junio de 1991. Moris era un infaltable y ya pidió poder volver a visitarlo.

 

Aquellos que no puedan acercarse al lugar para observar los progresos de estos años, podrán ver los avances desde las redes sociales de la cuenta @delmolinook o desde el hashtag #lavueltadelmolino

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