El diente de león es una planta conocida por todos los rincones de este planeta. Pertenece a la familia de las asteráceas, y aunque en ocasiones se ha considerado una "mala hierba", lo cierto es que puede tener grandes beneficios para la naturaleza, y por consiguiente, también para los humanos.
Se trata de una planta perenne cuyo nombre científico es Taraxacum officinale, conocida popularmente como: diente de león, chipule, achicoria amarga, estrella, panadero, botón de oro, amargón, lechuguilla, cerraja, taraxacón, moraja, etc.
Suele crecer en suelos baldíos, pastizales y herbazales. Tienen mayor tolerancia al clima seco y frio, y se las encuentra principalmente en zonas templadas del planeta.
En algunos lugares se cultiva como verdura por las propiedades medicinales de sus raíces, hojas, tallo y flores. Alcanza generalmente hasta 40 cm de altura, y su tallo sostiene la flor sin hojas, pues éstas crecen cerca del suelo.
La flor se compone de centenares de pétalos blancos o amarillos alargados, que al secarse dan paso al crecimiento de tallos con pelusas blancas listas para despegar con el viento.
¿Qué significado tiene el diente de león?
Todas las interpretaciones del diente de león de acuerdo a la floriografía son positivas y ninguna de ellas es negativa.
El significado del diente de león representa la felicidad, la recompensa y la armonía entre otros atributos. Junto con ello, el diente de león también simboliza la supervivencia y la satisfacción personal.
Para comprender mejor el significado que tiene esta flor hoy, es necesario mirar hacia el pasado y comprender cómo otros la veían.
→ El refugio de las hadas
Una leyenda nórdica europea, cuenta que las flores de dientes de león en realidad son hadas disfrazadas.
La leyenda dice que antes de la llegada del ser humano, las hadas y los duendes vivían en perfecta paz y armonía, sin embargo con la llegada de las grandes criaturas sin magia, las hadas comenzaron a ser pisoteadas por estos seres que no podían verlas. Es así como deciden disfrazarse con pétalos dorados y posarse sobre el tallo del diente de león.
Con su forma y color llamativos evitaron casi siempre ser pisadas, pero aun cuando son aplastadas, sus pétalos se retraen para protegerse y luego se regeneran con rápidas gracias a los poderes curativos del hada que esconde dentro.
→ La recompensa de Teseo
En la mitología griega las flores aparecen en muchas de sus leyendas, y el diente de león no se escapa. Se cuenta que Teseo recibió un regalo especial por parte de la Diosa Hécate, luego de haber derrotado al minotauro. Este regalo consistía en una ensalada de verduras a base de dientes de león.
→ La mujer, el viento, el sol y las flores de diente de león
Los indígenas nativos americanos, contaban que el viento del Sur se había enamorado de una doncella de cabellos dorados muy hermosa, sin embargo era demasiado perezoso para cortejarla y solo la observaba todos los días mientras ella olía las flores bajo la sombra de un árbol.
Esperó tanto ser correspondido, que un día notó que los cabellos dorados de la mujer se habían tornado grises. Al principio pensó que se trataba de una cubierta de escarcha de hielo puesta por el tramposo viento del norte. Pero luego se dio cuenta de que la joven había envejecido y así se había perdido la oportunidad de amar. Cuando la mujer murió el gran espíritu transformó su cuerpo en una flor de diente de león.
Otra leyenda nativa americana bastante similar cuenta que una mujer de cabellos dorados se enamoró perdidamente del sol, rechazó a todos sus pretendientes esperando que algún día éste la amara. Al envejecer su tristeza la hizo demasiado frágil, tanto que él se la llevó el viento. Fue entonces cuando el sol se dio cuenta de lo cruel que había sido al no prestarle atención y que ya no podía hacer nada para que regresara.
Así fue como el gran espíritu se compadeció de la mujer y convirtió sus cabellos encanecidos en semillas que luego se transformaron en las bellas flores de diente de león en vívido reflejo del sol que la había rechazado.
→ Los duendes y las monedas de oro
Otra historia de origen irlandés, cuenta que un ermitaño encontró una olla de monedas de oro a los pies de un arcoíris.
Avaro y egoísta, este no quería compartir su hallazgo, y temeroso de que le robaran su tesoro, vertió las monedas en un saco y se acostó con ellas para pensar en un buen lugar para esconderlas, al recordar un lugar perfecto para su escondite, se relajó y se quedó dormido. Envalentonado por la quietud en la casa del viejo. Un hambriento ratón salió de su madriguera y empezó a roer el saco esperando encontrar un festín, pero desilusionado por las monedas se fue a la cocina.
A la mañana siguiente el viejo salió temprano, llevándose el saco a la espalda atravesando el campo y el bosque. A medida que caminaba, no se dio cuenta que el agujero hecho por el ratón dejaba caer poco a poco las monedas. Así que al llegar a su destino, la mayoría de las monedas ya no estaban.
Frustrado y lleno de rabia el anciano escondió lo que quedaba de oro bajo tierra y se devolvió sobre sus pasos, inclinado para recuperar las monedas caídas. Sin embargo no había ninguna, en su lugar los duendes habían hecho crecer flores de dientes de león en un intento de compartir la alegría del tesoro del viejo.
Tal como habían previsto, quienes pasaban por allí se quedaban admirados de la belleza de las flores, incluso cuando se secaron, las soplaban llenándose de alegría y repartían ese mismo júbilo a los demás, una vez que aparecían nuevas flores, de las semillas esparcidas.
Gracias a las leyendas y cuentos, la flor de diente de león comenzó a tener significados muy directos, que se recopilaron incluso en la literatura y las artes.
A esto se debe que muchas mujeres las usarán como motivos para bordar sus prendas de vestir, pues, creían con ello que podrían atraer un pretendiente con mucha fortuna y hacerlas felices.
Tanto el arte como la literatura están llenos de muestras de estas costumbres. De hecho, en los textos del afamado médico Pier Mattioli, del siglo XVI, este comenta que lo magos tenían la creencia de que si frotaban la flor de diente de león contra su cuerpo podrían todo lo que deseaban.
En la época victoriana, cuando estuvo en boga el lenguaje de las flores para expresar sentimientos entre los jóvenes, especialmente quienes pretendían darse muestras de amor, la flor de diente de león era enviada muchas veces para reiterar una promesa de fidelidad, recordar que se cumpliría con la palabra prometida o para dar la bienvenida a otra persona.
En muchos arreglos de flores para el gran día de la boda, estas flores de diente de león figuraron como un amuleto que garantizada que el matrimonio estaría lleno de felicidad y amor.
En fechas más recientes, específicamente durante la década de los 80 y los 90, el escritor Scott Cunnigham, quien creía en la magia natural como una mejor opción ante la religión, relató en sus escritos que la planta de diente de león era una de las que más tenían poder en el mundo de la naturaleza y recomendaba plantarla en nuestros hogares en una dirección que le permitiese al viento llenar toda nuestra casa de sus pétales, ya que esto nos traería mucha suerte en la vida.
El significado de la flor de diente de león no se agota allí. Al contrario, en el mundo de los sueños también tiene un significado. Soñar con las flores de diente de león significa que nuestra vida se verá fortalecida por la esperanza.
Todos estos significados han permanecido vigentes a lo largo de la historia, y es por ello que se ha convertido en una costumbre soplar la flor de diente de león cuando se ha secado para pedir un deseo con los ojos cerrados y que este se haga realidad.
El diente de león es amarillo y blanco.
El color amarillo en esta flor es representado a través de sus inconfundibles pétalos. De todas las leyendas que hablan sobre el significado del diente de león, hoy sabemos que el diente de león es un reflejo de la sabiduría y de la abundancia. Por tanto, el diente de león nos anticipa un futuro prometedor, pero no sin retos y desafíos. Eso sí, como hemos comentado, abre las puertas a la superación.
El color blanco en el diente de león lo encontramos en el receptáculo de la flor. La simbología de la flor del diente de león con la presencia de este color habla de la pureza, de la felicidad y el crecimiento.
La próxima vez que veas una flor de diente de león piensa en todas las cosas buenas que están por llegar a tu vida. Solo debes comenzar a creer y no verla como una maleza.