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Perseverancia, la clave de su éxito

En diciembre, Milagros Pontarolo fue distinguida por la Academia Nacional de Ingeniería por su excelencia académica. Meses después, se animó a analizar su camino universitario y sus comienzos laborales.

Por Redacción Pilar a Diario 7 de febrero de 2018 - 20:42

En el último año de secundaria en el Instituto Parroquial de Pilar, Milagros Pontarolo decidió estudiar Ingeniería Industrial. Muchos factores influyeron al momento de la decisión; por un lado, una gran facilidad por las matemáticas, la lógica y un gran interés por su componente creativo; por otro lado, influencias familiares de su papá y su abuelo materno  que son ingenieros; con ayuda de un  test vocacional definió su  elección.

Desde ese momento hasta hoy pasaron seis años; Milagros (23) no sólo cosechó el fruto de un título universitario, la Universidad Austral decidió otorgarle una mención y una medalla de plata por ser el mejor promedio de su camada. En diciembre del año pasado, la Academia Nacional de Ingeniería la distinguió como una de las mejores graduadas del país en la carrera homónima. “Me emocionó un montón y no me lo esperaba” reflexionó para El Diario, y agregó: “No me hizo sentir mejor que nadie; lo viví como algo muy personal, como un premio a las horas dedicadas  al estudio”.

El camino hacia los honores no fue fácil. “En el colegio no tuve dificultades mayores; en la Facultad me di la cabeza contra una pared, no me imaginé que me costara tanto”, reflexionó mirando al pasado; alentando a los jóvenes a ser perseverantes, una de las virtudes que destacó Milagros a la hora de definir su personalidad, atribuyéndole el éxito en su carrera y la superación de las dificultades que se le presentaron.

También; reconoce que es autoexigente y perfeccionista. Si bien eso ayuda a la calidad de sus trabajos y presentaciones, a veces es muy crítica consigo misma. “Estoy aprendiendo a manejarme y a permitirme el error”, señaló la joven ingeniera que dice estar valorando más las equivocaciones “porque es en lo que más se aprende”.

Respecto a su experiencia laboral, Milagros tomó una pasantía de un año en una autopartista cuando estaba en cuarto año de la carrera. Cumplido ese plazo, a los meses, la contrataron de  la empresa de cosméticos Avón para trabajar en una segunda pasantía; efectivizándola a los seis meses. Su rol, es aplicar metodologías de trabajo que permitan mejorar los tiempos y la productividad de la fábrica.

Inserta en un mundo regido por más hombres, Pontarolo señaló que “nunca le atribuyó tanto peso a ser mujer”. Al comenzar a trabajar desde los 20 años, siente que influyeron más su juventud e inexperiencia, que supo sortear poniéndole actitud.

Futuro

“Por el momento tengo ganas de estudiar, no sé qué ni cuándo; puede ser otra carrera o un idioma”, respondió la ingeniera a la hora de definir su futuro, en el que no descartó encarar un proyecto propio.

También, está la posibilidad de dedicarse a la docencia; camino que inició hace 2 años como Ayudante Diplomada de la materia Introducción a la Ingeniería de primer año en la Universidad Austral.

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