Hay un tesoro escondido que muchos desconocen situado a tan solo una hora de Pilar. El espacio natural combina la tranquilidad con referencias constantes a la cultura de una nación asiática.
Un pequeño pero pintoresco jardín surge como una de las grandes atracciones en Capital Federal y que queda a tan sólo 54 kilómetros de Pilar.
Hay un tesoro escondido que muchos desconocen situado a tan solo una hora de Pilar. El espacio natural combina la tranquilidad con referencias constantes a la cultura de una nación asiática.
Se trata del Jardín Japonés de Escobar, que tiene una superficie de 2500 metros cuadrados y tiene un estilo más bien clásico: allí se puede observar la copiosa vegetación, los espejos de agua, diversos puentes, cascadas, faroles de piedra y hasta los peces de colores que navegan por los pequeños estanques.
El nombre real del lugar es “Tsukiyama Sansui” -que significa montaña-agua-, pero también se lo suele mencionar como “Ikeniwa” -por su traducción, lago-piedra-.
En principio, el predio está ubicado en Alberdi y Spadaccini, a 54 kilómetros de Pilar viajando por la Ruta Nacional 9. A su vez, según los horarios que figuran en su página oficial, abre de martes a domingos de 10 a 16, por lo que muchos alumnos pueden optar por concurrir apenas salen de la escuela. El sitio tiene más de 50 años de historia y, además, es único en toda Latinoamérica por su particular estilo de construcción.
Al mismo tiempo, el tiempo máximo de permanencia es de 40 minutos y el lugar permanece cerrado cuando llueve. Aquellos que tuvieron la posibilidad de recorrerlo aseguran que es muy similar al que se encuentra en tierras porteñas, aunque bastante más pequeño y más fácil de recorrer. Por supuesto, cuenta con establecimientos disponibles para desayunar y almorzar con la imponente presencia de la flora y fauna en los alrededores.