A tan solo 90 minutos de Pïlar y sobre la ruta 205, se emplaza un icónico castillo francés que surge como uno de los puntos turísticos más interesantes del distrito: se trata de Estancia La Candelaria, que fue recuperada por dos amigos oriundos de Lobos y Roque Pérez y que fue abierta al público general hace más de dos décadas.
Qué se hace en este castillo único en la Provincia
El predio tiene movimiento todo el año: allí se realizan bodas, diversos eventos corporativos y recorridas para pasajeros nacionales e internacionales. Al mismo tiempo, posee un restaurante llamado Chukker 5 que también atrapa a propios y extraños. Cuenta con 23 habitaciones -diez de ellas están dentro del edificio-: dos de ellas son bungalows y están destinadas a las familias numerosas, mientras que las que están más cerca del restó son identificadas como “coloniales”.
Aquellos que deciden hospedarse en el lugar desayunan y meriendan en su interior, pero deben efectuar las comidas en el establecimiento gastronómico. Por otra parte, los fines de semana suelen realizarse shows folklóricos y degustaciones de vino. La combinación entre el relax y la naturaleza brinda la posibilidad de participar de un día de campo. Los precios por noche, dependiendo del cuarto escogido, rondan entre los $126.000 y los $175.000 más IVA.
En el paquete están contempladas como opciones un paseo en bicicleta, cabalgatas, deportes -como tenis y vóley, con canchas perfectamente adaptadas-, pool, billar, juegos de mesa, piscina en temporada, paseos por el bosque y juegos en el exterior para niños. A su vez, hay servicios adicionales con tarifas diferenciadas como la limpieza facial, la práctica de yoga, masaje, reiki y clases de golf.
El bar La Caballeriza surge como una alternativa interesante para descansar y compartir tanto tragos como picadas con amigos. También está el Espacio Thays, con vistas al campo y donde se efectúan los almuerzos y el té durante los fines de semana. Todas las piezas cuentan con aire acondicionado, secador de pelo, frigobar, aguas de cortesía y amenidades, pero las suites incluyen hidromasaje y café.
La historia de Estancia La Candelaria, que estuvo abandonada durante 25 años
El predio tiene una rica historia: en 1840, los hermanos Orestes y José Piñeiro compraron los lotes iniciales en el cuartel sexto del partido de Lobos para adaptarlos a la explotación pecuaria. El primero de ellos adquirió 12 mil hectáreas correspondientes a la estancia Los Pontones y la rebautizó basado en su esposa Candelaria del Mármol. Ambos, debido a la imposibilidad de tener hijos biológicos, adoptaron a la pequeña Rebeca.